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Conversaciones ortográficas: Dónde colocar el apóstrofo (o no) si te comes sílabas al escribir

LuisLuisito: ¡¡¡Venga, peña, quién se apunta!!! ¡¡¡Fiesta del reguetón este finde!!!

MarcosPedal: Uy, me pillas liao. No cuentes conmigo.

LaRebe: ¿Reguetón? ¿Tamos locos?

LuisLuisito: Abrid las mentes, coño, no todo va a ser indie.

MarcosPedal: Chao, pescao, que toy cansao.

(MarcosPedal ha salido del grupo)

LuisLuisito: ¿Y usté, Rebe, qué me dise? ¿Formamos la gosadera, mami?

LaRebe: Mejor vente p’acá, que te voy a enseñar lo que es perreo.

LuisLuisito: ¿A qué hora dices que te va bien?

Reconozcámoslo. Todos nos comemos sonidos alguna vez cuando hablamos. Unas veces somos más conscientes que otras, pero lo de simplificar lo que decimos al hablar se nos da muy, pero que muy bien. A esos papeos de fonemas los llamamos aféresis (si es al principio de la palabra: tamos por estamos), síncopa (si es en el medio: pescao por pescado) y apócope (si es al final de la palabra: usté, na por nada o pa por para).

Para señalar esas meriendas fonéticas que nos marcamos al hablar, solemos tirar de apóstrofo, pero es necesario saber cuándo hacerlo y cuándo no. Abro hilo.

NI SE TE OCURRA PONERLO SI…

Empecemos por cuándo NO.

Si la pérdida de fonemas, ya sea al principio (aféresis) o al final (apócope) de la palabra, se produce independientemente del contexto, fuera apóstrofo. En pa qué, por ejemplo, que nos hayamos comido el -ra no es curpa, curpita de qué. Como tampoco ha tenido que ver la palabra loco en la pérdida de es- en estoy cuando decimos toy loco.

Tampoco es necesario el apóstrofo en el caso de las síncopas: liao, pescao, trillao y un largo etcétera.

¡ADELANTE, A TODA MÁQUINA!

¿Y cuándo SÍ?

Si ese papeo de fonemas que nos marcamos está relacionado con el contexto, usamos el apóstrofo con la misma firmeza que Moisés clavó su vara para separar las aguas del mar Muerto: no’stoy, p’acá, d’aquí. En líneas generales, nos recuerda Juan Romeu en Ortografía para todos, cuando las dos vocales son iguales se prefiere considerar que la que se ha perdido es la final de la primera palabra.

Queda a tu elección escribir todo esto en cursiva según lo consideres vulgarismo (porque tú fineza te impide de ninguna-de-las-maneras-así-te-mueras comerte sonidos) o no.

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

Una respuesta a «Conversaciones ortográficas: Dónde colocar el apóstrofo (o no) si te comes sílabas al escribir»

¡Hola! Interesante artículo, pero creo que se te ha _escapao_ un acento: «(porque tú fineza…» _Toy_ segura que ese «tú» no lleva acento 🙂

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