Hay películas que, de lo rematadamente malas que son, se dan la vuelta y se convierten en buenas. Opinión impopular: el que suscribe lo piensa sobre gran parte del cine de Kubrik. Ese plano imposiblemente largo de la cara del teniente Bowman, con su escafandra de astronauta reflejando la noche de Benidorm, en 2001: Una odisea en el espacio, se adentra tan profundo en la absoluta estupefacción que al final se da la vuelta como un calcetín usado y se convierte en una genialidad.
Las películas del pasado VHZ se van igualmente a la mierda de lo malas, malísimas, que son. Pero en la mierda se quedan para siempre y se regodean en ella como un gorrino lo hace en su propia inmundicia.
Expertos en esas lides, Toni “McGinty” Rodríguez, del pódcast Cine por los codos, y Carlos “Oso” Palencia, organizador de las Cutrecon, nos presentaron el pasado 14 de diciembre en la madrileña Salaequis un espectáculo mezcla de humor y cine cutre que repasó las peores creaciones en el género de fantasía épica medieval. Plagios de bajo presupuesto de El señor de los anillos, bárbaros ciclados con taparrabos de fieltro, espadas de papel plata y dragones de plástico con efectos especiales de mercadillo. Un regalo de pura fantasía para esta ajetreada mañana de sábado prenavideña.
El show comenzó, no sin antes invitar a los espectadores a no quedarse callados ante lo que estaban a punto de presenciar, con la comunicación en exclusiva de las cintas que se pasarán en la próxima Cutrecon del 5 al 9 de febrero del próximo año. Entre el ensordecedor griterío del público que comenzó a insultar y lanzar todo tipo de improperios hacia la pantalla, se proyectaron los tráiler de los mayores mojones que puedas imaginar.
Basada en una historia real (licencias artísticas aparte), nos narra cómo, debido a una bestial superpoblación de emús, una especie de avestruz que arrasa con los cultivos australianos, el ejército decidió declarar la guerra a este peligroso animal. SPOILER ALERT: Los emús acaban ganando, convirtiéndose en la primera guerra que se ha producido en la tierra en la que no ha ganado un humano.
Una de las peores adaptaciones a la gran pantalla que se han producido. Una asesina de ilusiones para todos los que, tras años jugando a este famoso juego de rol, decidimos pagar una entrada para verla en el cine.
Para correr el año 2000 los efectos especiales que contenía eran terriblemente malos. Recordemos que solo un año después saldría El señor de los anillos, de Peter Jackson, donde veríamos el auténtico potencial del buen CGI. Pocas películas han producido mayor repudia, por no decir asco, en mi persona.
Esta terrible adaptación del manga de Toriyama puso de acuerdo a todos los fans del mundo: era una putísima mierda. Primera adaptación en acción real, con permiso de la versión taiwanesa revisada más tarde a lo largo del evento, que se atrevió a vejar figuras tan aclamadas por el fandom como Piccolo, que parecía un señor de Albacete pintado de verde, o el maestro Mutenroshi, cuyo parecido con el original era meramente circunstancial.
Ya fuera de lo anunciado para el Cutrecon, se mostraron otra serie de joyas cinematográficas, completamente indignas para cualquiera con un mínimo de sensibilidad. Aunque no quepan todas en este artículo, una muestra representativa debería ser suficiente para satisfacer tu curiosidad, antes de querer arrancarte los ojos.
Una pequeña e impía selección que será incluso capaz de rivalizar en asquerosidad con la sustancia viscosa que corre por debajo de las letrinas portátiles del Viña Rock.
30 años después de El mago de Oz, y con unos efectos especiales y calidad de producción que parecen de 30 años antes, surge este despropósito protagonizado por extraños seres de papel maché y una escenografía propia de una obra de colegio infantil. Escalofriante.
Esta historia de fantasía medieval ochentera, protagonizada por unos parientes lejanos de Los Chichos, nos muestra trepidantes escenas de acción con rayos láser que salen directamente de las palmas de las manos y una espada mágica forrada de papel de plata con brilli brilli, capaz de decapitar a temibles hombres cocodrilo de corchopán y otros delirantes villanos. Una superproducción digna de las peores salas.
¿Por qué no? El público estalló en carcajadas e improperios a partes iguales con la presentación del tráiler de este filme brasileño. Para un servidor fue el descubrimiento de la mañana. Efectos de maquillaje en los noventa precursores de los de la película Cats en 2019. Un gato con botas furro venido en una nave espacial del espacio exterior para hacer una reinterpretación libre del cuento clásico con un guion lleno de topicazos, caballos, espadas y rayos láser. Cualquier descripción queda lejos de la realidad.
Dos palabras: Burbujas chochiles. Esta fantasía épica situada en el japón feudal de ninjas y samuráis es otra interpretación libre de la leyenda de las guerreras de Kunoichi, las espías asesinas de los siglos XVI y XVII. Pero en esta ocasión, las mentes enfermas de los creadores de la cinta les atribuyen extraños poderes místico-sexuales. Como el de remangarse el quimono para expulsar por la entrepierna juguetonas pompas de jabón capaces de encerrar y asesinar al más temible de los guerreros o de soplar y soplar a distancia para hinchar las gónadas masculinas como dos grandes globos hasta hacerlos reventar.
Esta es, como decía, una selección corta de lo peor que nos fue presentado, pero me gustaría mencionar resumidamente un par de películas que sin duda dejaron marca en la audiencia.
Película mexicana de los 60. Esta escena final de cómo muere la bruja mala, extrañamente parecida a Lola Flores, es bastante representativa de la película completa.
Una delirante adaptación rodada en su mayor parte con pantalla verde pero antes de que saliera After Effects para removerla. Golum es más parecido al Grinch y está caracterizado con una lechuga iceberg pegada en la cabeza.
Para finalizar, Carlos Palencia nos ofreció una master class de lo que nunca se debe hacer en el cine. Acrobacias hechas con cables que nadie se molestó en borrar, luchas que incluyen caídas en colchonetas que aparecen sin complejos en el plano como un elemento más del terreno rocoso, perros que, lejos de estar adiestrados, salen corriendo porque alguien les lanza una pelota que, por qué no, se deja en el filme e incluso una mención al conocido como peor director de la historia del cine, Ed Wood, cuyas sabias palabras resonaron en nuestras cabezas a lo largo de toda la sesión: ¡A positivar!
Y positivando nos marchamos a nuestros quehaceres prenavideños, con una sonrisa en la boca y muchas ganas de ir conociendo más sobre la próxima Cutrecon que tendrá lugar del 5 al 9 de febrero en distintas sedes de la capital.
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