«Una propuesta sorprendente, desencorsetada y/o desacomplejada, como es el Vi Novell». Ese era el único requisito imprescindible que se indicaba en el briefing de Celler Masroig para diseñar la etiqueta de su vi novell. Eso y que se pudiera adaptar a la forma de su botella, claro. Pero para lo demás, total y absoluta libertad creativa.
Cuando Anaïs Pont leyó la convocatoria del concurso que convocaba la bodega catalana, su creatividad empezó a ponerse en marcha. Esta diseñadora gráfica freelance de Barcelona siempre pensó que diseñar una etiqueta para vinos era un caramelito, mucho más por lo que suponía de ruptura con la que había sido su actividad habitual durante los 15 años que trabajó en una agencia de comunicación y publicidad del sector healthcare.
«Y a nivel visual, estéticamente, es bonita una botella de vino y todo lo que envuelve: estar con gente, compartir tiempo con personas con las que tienes un vínculo especial… Es un elemento bonito de ver».
Pensando en el briefing y en el carácter del vi novell, el primer vino que sale al mercado después de la vendimia, con un carácter fresco y atrevido, enseguida tuvo claros dos aspectos. «Por un lado, quería crear un símbolo muy claro y directo, que cuando alguien lo viera no tuviera que investigar mucho para saber qué significa». Y por otro lado, que fuera un símbolo que expresara con fuerza los atributos de ese vino y todo lo que implica.
Y entonces surgió la idea: ese símbolo sería el de la victoria. Una v, que también es la inicial de la palabra vino y que, mirada de cierta manera, recuerda a la forma de una copa. «También me encajaba porque es un símbolo internacionalmente conocido, con un carácter joven y un punto atrevido, irreverente pero simpático», recuerda Pont.
A la vez, es el símbolo de la victoria y remite a una celebración, que es lo que hace tradicionalmente Celler Masroig para festejar el fin de la vendimia y brindar con su vi novell. «Eso me vinculaba también con el concepto festivo, y este símbolo me empezaba a cuadrar con todo lo que había en torno a este vino».
Ya lo tenía. Ahora había que montarlo todo, y según iba ajustando las piezas, comprobó con satisfacción que todo cuadraba para que ese signo de la victoria encajara con las palabras «Vi Novell» y ocupara un lugar central que lo equilibrara todo. «A nivel estético, busqué hacer algo llamativo. Busqué una tipografía que no se usara mucho en el mundo del diseño del vino, una tipografía bastante contundente, con formas un poco atrevidas. Y los colores también muy llamativos».
La propuesta de Anaïs Pont resultó la elegida como ganadora del concurso de Celler Masroig de 2024 y ha lucido en las botellas del Vi Novell hasta ahora.
Ahora te toca a ti
El Vi Novell no es solo un vino, es una manera de dar la bienvenida a una nueva cosecha y de celebrar el fin de la vendimia. Para Celler Masroig, es también un homenaje a una cultura y a una tradición que lleva desarrollándose desde hace generaciones coincidiendo con la celebración de San Martín el 11 de noviembre.
Esta bodega catalana ha apostado, desde sus inicios, por un Vi Novell sorprendente y atractivo por dentro y también por fuera, con una apuesta por un packaging único en cada cosecha, construido alrededor del relato de cada añada.
Y para mantener ese espíritu innovador en el diseño de sus productos, convoca la tercera edición de su concurso para diseñar la etiqueta del vi novell de este año, «dirigido a amantes del vino y del diseño, que tengan un mensaje que transmitir y entiendan la trascendencia cultural del Vi Novell», comentan los organizadores.
El briefing sigue siendo el mismo: temática libre y un diseño original, desacomplejado y sorprendente, como lo es el propio Vi Novell, por lo que es aconsejable evitar temáticas que ya se hayan tratado en las dos ediciones anteriores.
El periodo de inscripción de las propuestas finaliza el 31 de julio, así que tienes tiempo de darle vueltas al coco y a la creatividad para desarrollar tu idea. O tus ideas, porque puedes presentar un máximo de dos propuestas.
El premio, además de ver tu diseño impreso en las etiquetas de las botellas del Vi Novell de Celler Masroig, es de 3.000 eurazos, que dan para muchos caprichitos. El jurado estará formado por miembros de la bodega y expertos y profesionales del diseño gráfico y la comunicación.
¿Quieres más motivaciones para participar? «No cambiaron nada del diseño, lo respetaron cien por cien, y eso es superchulo», explica la ganadora del año pasado Anaïs Pont. «Te implican mucho en la participación, en la presentación de prensa, la Fiesta del Vi Novell abierta al público y si les quieres hacer nuevas propuestas. Me pareció que todo lo que proyectaban con este concurso también lo desprendían ellos a nivel personal».
Puedes consultar todas las bases de la convocatoria en la web de Celler Masroig.