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Las videoconsolas modificadas de Oskunk

Solo con  pensar en comparar una consola con un jarrón, me pongo malo. Vivo en la convicción de que estas máquinas deben ser para jugar y de que todos los extras que traen son accesorios. Por eso cuando Oskunk, un diseñador gráfico de 31 años que vive en la periferia de París, me respondió a un correo diciéndome que empezó a pintar consolas a mano porque “pensó que podría ser un objeto decorativo”, me asusté un poquitín. Me resisto a pensar que estos cacharros pueden utilizarse para animar vitrinas y no volver a enchufarse nunca a una televisión, pero el trabajo de este artista es tan llamativo que entiendo que más de uno no se atreva a ponerle un dedo encima a su NES, a su Dreamcast o a su Game Boy después de dejarla en sus manos.

Su estilo bebe del grafiti, pero no se siente cómodo en las paredes. Trabaja en lienzos, en papel o en videoconsolas, pero usa el espray y los rotuladores Posca, como muchos artistas urbanos. “El cliente elige el tema, pero yo tengo libertad para crear, esto es importante”, explica, “luego investigo para encontrar referencias y para integrarlo en la máquina. Tras unos cuantos bocetos, hago el dibujo con Posca (pongo dos capas para conseguir mejores colores) y luego lo barnizo todo”. En alguno de sus vídeos puede verse cómo desmonta las consolas, separa la carcasa y pinta cada pieza con mimo.

El resultado es al mismo tiempo un acto vandálico sobre un objeto de culto y un homenaje sentido y brillante al alma de la máquina, a los juegos. Decían hace unos días en Mondo Píxel que el arte basado en videojuegos siempre funciona porque demuestra que no tiene sentido sacar un Pacman o un Mario de su sitio. Aquí tenemos un ejemplo muy retorcido, por todos los elementos extraños que se mezclan entre sí, sin tener nada que ver, sin estar donde deben, pero encajando a la perfección.

Oskunk lleva desde 2008 haciendo babear a cualquier amante de los videojuegos que se ha tropezado con su trabajo por la Red. Hace unos cinco años, visitó una exposición sobre customización, le inspiró y se tiró de cabeza al mundillo. “Quise probar y lo hice con una Nintendo vieja. ¡Pensé que podría ser un objeto decorativo!”, cuenta, “después, subí unas fotos a internet, algunos blogs las compartieron y enseguida me contactó gente para hacerme encargos”. Ahora mismo, si te pegas algún chapuzón en Tumblr o en Reddit de vez en cuando (y te interesan los videojuegos), es complicado no encontrarse con él. “Me llega mucho feedback positivo y eso me motiva a crear más”, dice.

Crash Bandicoot, uno de los grandes juegos de la primera Playstation, decorando su plataforma.

El grafiti era uno de los pilares de Jet Set Radio. Oskunk estaba hecho para homenajear a este juego.

El Link de The Legend of Zelda, sobre una NES.

Otro Link, sobre una Nintendo DS.

Mirando las fechas en que se publicó, este debió ser aquel primer experimento de Oskunk con las consolas.

Metal Slug en una Neo Geo.

El Doctor Robotnik de Sonic, en una Mega Drive.

Sus trabajos sobre la Dreamcast son probablemente los mejores. Este de Samba de Amigo lo corrobora.

Wipeout en una Playstation.

Yoshi en una Game Boy.

Ryu, de la saga Street Fighter, pintado sobre una Super Nintendo.

S

Sonic en una Dreamcast.

Por Víctor Navarro

Víctor Navarro es Periodista. Trabaja en Prodigioso Volcán y escribe cosas en El Píxel Ilustre, Mondo Píxel y Verne. Puedes seguirlo en @Afilamazas.

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