Cuando los promotores de un festival de música afirman que será una experiencia que jamás olvidarás, no tengas ninguna duda de que dicen la verdad.
Los festivales son una verdadera experiencia. Extrema, para más señas. Jesús Calleja todavía no se ha atrevido a ir a uno. Tampoco Frank de la Jungla, y eso que más de un animal salvaje ha sido visto por allí.
Foto: Barisarock. Flickr
Lo mires por donde lo mires, para que un festival pueda calificarse como tal debe cumplir con una serie de incomodidades. De no ser así, FACUA podría asesorarte para que te devuelvan el dinero del abono y te indemnicen por daños y perjuicios.
En un festival que se precie, el calor es tan asfixiante que los grillos y chicharras le hacen los coros a tu grupo favorito. El terreno está tan seco que las nubes de polvo te convertirán en un palito de merluza. No te preocupes, las reglas de todo festival garantizan que por la tarde lloverá. Eso sí, de madrugada tendrás que volver a montar la tienda de campaña en un barrizal.
Inolvidables serán también las aglomeraciones para pedir una cerveza y un bocadillo. Inolvidables las colas en los servicios químicos para expulsar la una y el otro. Inolvidable también el contacto con la gente.
Porque, si algo hay que caracterice a los festivales es el contacto. El contacto de los músicos con su público. El contacto del público consigo mismo. Más de cuarenta mil personas piel con piel durante todo un fin de semana. Inolvidable, efectivamente.
Foto: Joe Goldberg. Flickr
Para mitigar algunas de esas incomodidades se ha inventado el contactless. Un proceso de pago implementado por Visa que permite abonar tus compras con un solo gesto.
Una solución sencilla que evita colas, demoras en los procesos, apreturas, empujones y agobios. Lo que soluciona Visa con el contactless sí que no tiene precio.
El éxito cosechado por el contactless en la edición de 2015 ha hecho que, como los buenos músicos, Visa repita este año en el cartel del Festival Internacional de Benicassim. Las barras de bebidas, los puestos de comida y las tiendas en general ofrecerán a los fibers la posibilidad de pagar con contactless, haciéndoles así la estancia más agradable.
Además, en la carpa Visa Contactless Music, los fibers podrán conocer con más detalle cómo funciona este sistema de pago y crear su propia música de la misma manera que se paga con contactless: con un solo gesto.
Tres arpas digitales activadas por tecnología láser permitirán componer música con sólo mover las manos entre los haces de luz. Con este sencillo gesto, los asistentes podrán crear sus propias canciones y grabarlas en un vídeo que documenta todo el proceso.
Entre los participantes que cuelguen el vídeo de su creación en las redes sociales y lo compartan con sus amigos y seguidores, Visa sorteará pases VIP, que harán de esta edición del Festival Internacional de Benicassim una experiencia inolvidable de verdad, y carcasas de teléfono resistentes al agua (muy útiles para montar la tienda después de la tormenta).
Tampoco hay que descartar que, si la canción compuesta en la Visa Contactless Music se convierte en un gran éxito, el fiber llegue a compartir escenario con los grupos de la edición de 2017. Por probar, nada se pierde. Es tan sencillo como el contactless. Un simple gesto basta.
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