Es domingo y desde el descansillo de la escalera Marta ya huele la paella que su padre está preparando, como viene siendo habitual cada semana desde que se independizó. Mientras ponen la mesa y esperan a que termine en la cocina, madre e hija charlan y se ponen al día.
—Así que te quieres comprar un coche, ¿no? —pregunta la madre— ¡Mira la ecologista…! ¿No estás siempre tan preocupada por el medio ambiente?
—Y lo estoy, por eso he elegido el Volvo EX30. ¡Pedazo de coche, mamá! El modelo más sostenible de Volvo hasta el momento. ¡Y qué diseño!, mola todo. Con una estética minimalista y compacta, como a mí me gusta. Un SUV supermoderno.
—¡Y encima un SUV! ¿Tú sabes el combustible que consume un coche así? Se te va a ir el sueldo en gasolina…
—¡Mamááááá!, ¡que el Volvo EX30 es totalmente eléctrico! Ecoamigable, que es lo que busco, porque no solo está diseñado para reducir la huella de C02, es que está fabricado pensando en reducir su impacto ambiental. Movilidad sostenible a tope. Y es perfecto para moverme por la ciudad, aunque también lo usaré por carretera.
—Pues me han dicho que los eléctricos son un rollo para viajes largos, porque te quedas sin batería en un pispás. Y, encima, cuando encuentras un punto de recarga, te tiras horas.
—¡Qué dices! El Volvo EX30 tiene una autonomía de hasta 476 km, mira si dura la batería. Y el tiempo de carga rápida de CC…
—¿De qué?
—CC, corriente continua. Es el sistema más común en las estaciones públicas de recarga. Como te decía, ese tiempo es de solo 26 minutos, que es lo que te va a llevar tomarte un café tranquilamente cuando hagas una parada para descansar.
—Yo… qué quieres que te diga… Lo que no consume en combustibles fósiles lo consumirá en electricidad. Con ese tamaño…
—Pues tampoco: 17 kWh a los 100. ¡Un pajarito! Y cuando te he dicho lo de cochazo, no me refería a su tamaño —que es pequeño, como lo que yo busco—, sino a su calidad.
—De todas maneras, me sorprende que una loca de la tecnología como tú, que no sueltas una pantalla ni con agua caliente, se interese por ningún coche. Y mucho menos nuevo. Con la lata que nos das a papá y a mí con el reciclaje en casa…
—¡Claro que es importante dar nueva vida a lo que ya no nos sirve! Por eso el Volvo EX30 está fabricado con materiales reciclados y renovables. Por ejemplo, en torno al 25% de todo el aluminio con el que se fabrica es reciclado. También el acero, todo un 17%; y los plásticos. Eso en cuanto al exterior del coche. Porque en el interior ocurre lo mismo: cerca del 30% de sus elementos decorativos están hechos con plástico reciclado, además de superficies recicladas y renovables.
—Así será su diseño…
—Pues modernísimo y chulísimo, mamá. Te encantaría. A mí me mola que esté inspirado en la naturaleza, pero no te engañes. No ha prescindido ni un ápice del diseño escandinavo característico de Volvo. Y, por cierto, sé de lo que hablo porque lo he probado en el concesionario. Te puedo asegurar que es superconfortable y te da una sensación de amplitud que lo flipas.
—Mucho diseño y lo que tú quieras, pero lo importante en un vehículo es su seguridad.
—Mira, en eso estamos de acuerdo. Por eso me gusta el Volvo EX30. ¿Sabes que viene equipado con una función que avisa a conductor y pasajeros si se aproxima un ciclista o un peatón por detrás antes de abrir la puerta? Y cuenta también con el sistema Safe Space, que, gracias a sus sensores de movimiento oculares y faciales, detecta si estoy distraída o me duermo. ¿No te parece una pasada?
—Mucha maquinita para un coche, me parece a mí…
—¡Ay, mamá, qué antigua eres! Se llama tecnología y es superútil, te hace la vida más fácil. Y en esto el EX30 va sobrado. Ven, que te lo enseño —se acerca al perchero de la entrada y saca su móvil del bolso para enseñarle la web de Volvo a su madre. Están sentadas en el sofá a esperar a que el padre acabe en la cocina, ahora que ya han terminado de poner la mesa—.
—Mira qué pantallote más alucinante, como una tablet de 12,3 pulgadas. ¿No te parece una ideaza? —continúa explicando la hija—. Han sustituido todo el tablero de mandos por esta pantalla central, y desde ahí puedo manejar todas las funciones del coche: desde controlar y gestionar la energía que consume, ajustar los retrovisores, hasta manejar aplicaciones como el Google Maps, la música o responder a las llamadas que me entren, que para eso viene con 5G. No le falta detalle. Además, viene equipado con el sistema Park Pilot Assit, para que aparcar sea superfácil, que ya sabes lo complicado que puede ser eso en una ciudad como la nuestra. Mira si mola que puede hacerlo él solito. A ti te vendría genial, que nunca se te ha dado bien lo de aparcar, jajajaja.
—¡Oye, niñaaaaa, no te pases! —protesta sonriendo la madre ante la broma de la hija.
— Y también cuenta con una cámara de 360º para ver todo lo que ocurre alrededor del coche.
—¡Uf, quita, quita!, demasiada teconología para mí. Seguro que es complicadísima de manejar…
—¡Qué va!, es todo superintuitivo, apto para boomers como tú, jajajaja —vuelve a burlarse la hija mientras la madre finge una mueca de enfado—. Mañana voy a reservarlo al concesionario. ¿Queréis acompañarme?
El padre sale de la cocina con la paella humeante y apremia a sus chicas para que se sienten a la mesa.
—¿De qué hablabais tan animadas? —les pregunta mientras empieza a servir el primer plato.
—La niña, que se va a comprar un coche y me estaba pidiendo que la acompañemos al concesionario —responde la madre—. ¿Y sabes qué? Me ha convencido. Creo que ha llegado el momento de que nos deshagamos de ese cacharro viejo que tenemos, ¿no crees?