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Cine/TV

Claire, calladita estás más guapa

En la oscuridad de la sala de cine habla un niño pequeño:
—¿Por qué…?
No es su primera pregunta durante la sesión. La madre responde con paciencia como las anteriores veces. Otros espectadores resoplamos.
—Señora, ¿por qué trae al niño a ver…? —una queja que se queda en los labios.
Entendemos que la madre quiera dar respuestas a su hijo, pero no pagamos por palabras que sobran dentro y fuera de la pantalla. La madre parece una de esas voces en off que empañan demasiadas películas y algunas de las series de televisión de los últimos años. La voz en off no debería ser un adorno. Es un recurso que debe respetar al espectador. Ejemplos de uso inteligente en televisión son estos:

– La voz en off que introduce un episodio como en Aquellos maravillosos años, Malcolm in Middle o Cómo conocí a vuestra madre.

– La voz en off que remata un chiste en comedias de situación o animadas (¡cuántos gags en los pensamientos de Hommer Simpson o Peter Griffin!).

– La voz en off que completa rompecabezas como True Detective 1 o The Affair. En otros momentos, estas voces en off contradicen a los hechos.

– La voz en off de Dexter. El protagonista es un personaje que no tiene amigos a los que contar qué pasa por su cabeza. Miente a su hermana y miente a su esposa. La voz en off nos revela al verdadero Dexter.

LA VOZ EN OFF DE OUTLANDER
Luego encontramos ejemplos de voz en off como en Outlander. Una voz en off con regusto a best seller, innecesaria y cargante por momentos heredera de la saga literaria de la que parte. Aquí, unos ejemplos:
Al comienzo de Outlander sobre prados verdes, la voz de Claire (la protagonista):

CLAIRE (OFF)
La gente desaparece continuamente. Jóvenes
que se escapan de sus casas. Niños que se
alejan de sus padres […] Muchos desaparecidos
terminan apareciendo. Las desapariciones,
al fin y al cabo, suelen tener
explicación. Casi siempre.

Aunque la introducción fija el tono romántico de Outlander y quiere predisponernos al viaje en el tiempo de Claire es innecesaria. Conocemos los viajes en el tiempo. No necesitamos introducciones. Y tampoco ignoramos que «la gente desaparece».
Otro ejemplo del uso innecesario de la voz en off lo encontramos tras la secuencia de la Segunda Guerra Mundial. Un rótulo nos advierte:

SEIS MESES DESPUÉS

Vemos a Claire y a su esposo en coche, sonrientes, y sobre ellos, la voz:

CLAIRE (OFF)
Fuimos a Escocia, en nuestra segunda luna
de miel. Así es como lo llamaba Frank.
Una manera de celebrar el final de los años
en guerra y retomar nuestras vidas.

¿Necesitamos «una manera de celebrar el final de los años en guerra y retomar nuestras vidas»? En una novela puede funcionar como enlace, pero en un guión es un trazo grueso. ¡No olvidamos la guerra al cambio de plano! El párrafo continúa:

CLAIRE (OFF)
Pero era más que eso. Los dos sentíamos
que estas vacaciones disfrazarían la verdadera
tarea de conocer a las personas que éramos
tras cinco años separados.

Señoría, la narradora conjetura: «los dos sentíamos» significa que la narradora está dentro de la cabeza de su esposo. Es una narradora en primera persona (no, no puede estar en las cabezas ajenas). Al colocarse en la posición de narradora omnisciente (que lo sabe todo) traiciona el punto de vista. Incluso un espectador que ignorara la incongruencia se sentirá incómodo como muchos nos sentimos incómodos ante una nota discordante en una canción, aunque no la identificamos. Para rematar, un dato innecesario:

CLAIRE (OFF)
La pasión de Frank por la historia fue otra razón
para ir a Escocia.

Frank presume de conocimientos históricos. Hay una redundancia.
Otro ejemplo de voz en off innecesaria ocurre durante la segunda escena de sexo entre Claire y Frank:

CLAIRE (OFF)
El sexo era el puente que nos unía. El lugar
en que siempre nos encontrábamos. Por muchos
obstáculos que se nos presentaran, nos
reencontrábamos de nuevo en la cama.
Mientras siguiera así, confiaba en que todo
iría bien.

Literatura que pretende vestir de poesía una escena de sexo anodina. Se acerca al subgénero conocido como porno para mamás. La eliminación del párrafo no impediría el seguimiento de la historia.
Seguimos con dos ejemplos más. En este caso, el matrimonio espía una ceremonia druida en el bosque:


 

CLAIRE (OFF)
Se habrían sentido ridículas. Y tal vez
lo fueran. Caminando en círculos en lo alto
de una colina.

La narradora quiere manipularnos: al decir «se habrían sentido ridículas» hace difícil que consideremos otra opinión. Es otra traición al narrador en primera persona. Más adelante, en la misma escena:

CLAIRE (OFF)
Pero la visión hizo que se me erizara
el cabello.

Para una novela «la visión hizo que se me erizara el cabello» es una frase torpe. Los lectores necesitan es VISIÓN y a partir de ella sentir lo mismo que la narradora. Es la diferencia entre:

«Era un tipo que daba grima», que es impreciso (¿qué es grimoso para quién habla?) y nos deja con dudas.

Y esta excelente descripción en La conjura de los necios:

«Una gorra de cazador verde apretaba la cima de una cabeza que era como un globo carnoso. […] grandes orejas y pelo sin cortar […] Los labios, gordos y bembones, brotaban protuberantes bajo el tupido bigote negro y se hundían en sus comisuras, en plieguecitos llenos de reproche y de restos de patatas fritas».

No tenemos dudas. En el segundo caso, quiero creer que todos SENTIMOS grima o lástima por el personaje.
La torpeza es mayor en el caso de la serie: la realización no crea imágenes que erizan el pelo. La frase pretende funcionar como las risas enlatadas («ríete: es un chiste»).
La sensación de la pobreza de la voz se subraya con el final de la secuencia de la ceremonia druida que comento [entre corchetes]:

CLAIRE (OFF)
Y una voz interna me decía que no debía
estar allí. Era una observadora sin invitación,
[Lo sabemos].
a algo tan ancestral y poderoso.
[«Ancestral y poderoso» son palabras vacías
como el «grimoso» arriba visto].

En el último ejemplo que reseño de desafortunado uso de la voz en off hay otra pretensión de sustituir palabras por sensaciones creadas por imágenes.

Claire es secuestrada por el pasado y durante el intervalo entre el presente y el pasado su voz nos dice:

CLAIRE (OFF)
Recuerdo una noche que me quedé dormida
en el asiento de atrás de un coche.
Acunada por el ruido y el movimiento que
creaban una ilusión de serena ingravidez.
El conductor entró en un puente demasiado
rápido, y me desperté para ver todo
dando vueltas por la ventana, y
la terrible sensación de ir cayendo
a toda velocidad. Es lo más parecido
a la sensación que experimenté.

Emociones de segunda mano. El flashback nos aleja del presente. La voz en off quiere que sintamos «la terrible sensación de ir cayendo a toda velocidad». ¿Cuántos de nosotros se ha despertado en un coche cayendo al vacío? La escena nos recuerda a una comida que desconocemos por otra que no probamos:
—X sabe a Y…
—No he probado Y.
La televisión de décadas pasadas recurría a la palabra más que a las imágenes por falta de recursos y porque las pantallas eran pequeñas. Una serie con un generoso presupuesto —y ciertas ambiciones de narrativa cinematográfica— no debería escamotear imágenes. Es el problema de la fidelidad a la palabra de una novela. Uno no ignora que Outlander pueda tener su encanto para sus espectadores, pero la voz en off es un borrón.

Por Javier Meléndez Martín

Soy guionista desde 1998. He trabajado en producciones de ficción y programas para Canal Sur, ETB y TV3.

Co-escribí el largometraje para televisión Violetas (Violetes), una película para Televisió de Catalunya, Canal Sur Televisión y Canal 9. (2009).Violetas consiguió dos premios y dos menciones.

Imparto talleres de guion desde 2010.  Ahora, en Portal del escritor.

Puedes leer mi blog La solución elegante (recomendado por la Universidad Carlos III de Madrid para estudiantes de guion).

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