El grafitero que dibuja penes para alertar de los baches

Manchester no es la única ciudad en la que los baches de la calzada han provocado la caída de ciclistas en los últimos años. Algunos de esos accidentes tuvieron como protagonistas a amigos de Wanksy. Desde entonces, y para evitar más percances de este tipo, el artista callejero dibuja penes sobre los agujeros y demás desperfectos del pavimento. «No hay nada mejor que un falo gigante para atraer la atención».

Al igual que el famoso grafitero al que hace un guiño con su nombre, Wanksy se mantiene en el anonimato. Empezó hace unos años a dibujar sus característicos penes porque, según declara en su web, el dinero que ciclistas, automovilistas y demás usuarios de las vías públicas pagan con sus impuestos «no parece ir destinado a la mejora de las calzadas, al menos no de forma efectiva».

Por eso, mientras llega la reparación, Wanksy rodea el socavón en cuestión con un pene gigante o convirtiéndolo en uno de los testículos de un aparato reproductor masculino. Así, ciclistas y automovilistas reparan en él y pueden sortearlo para evitar una caída o la posible avería de su vehículo.

Y, de paso, mete presión a las autoridades locales. En declaraciones a Manchester Evening News, Wansky aseguraba que, aunque el método «no es 100% efectivo», algunos de esos baches se arreglaron en menos de 48 horas después de haber hecho la pintada y algunos se cubrieron en una semana.

Que los dibujos provoquen la sonrisa de los viandantes es otro de los propósitos del grafitero, aunque es consciente de que a las autoridades locales no es precisamente gracia lo que les suscitan sus intervenciones. «Sus acciones son estúpidas e increíblemente insultantes». Las palabras de un portavoz del gobierno de la ciudad, recogidas por The Telegraph, no se quedaban ahí: «¿Ha pensado, aunque sea un segundo, lo que pueden llegar a sentir las familias con niños pequeños cuando se encuentran estos símbolos obscenos mientras caminan a la escuela? No sólo es vandalismo, también es contraproducente».

De forma indirecta, Wanksy se defiende en su web al asegurar que en absoluto considera que sus dibujos sean ofensivos: «El cuerpo humano y su anatomía es algo común en el mundo del arte. Se trata de caricaturas, no son fotografías. Lo que pretendo con estas piezas es una provocación positiva».

Aquel portavoz también le reprochaba que el presupuesto que el Consistorio debía destinar a limpiar intervenciones como las suyas era dinero que dejaba de dirigirse a los arreglos del pavimento. Tesis que Wanksy tira por tierra al asegurar que la pintura que utiliza desaparece como mucho a las dos semanas.

Aunque Wanksy confesaba a Yorokobu por mail que no descartaba la posibilidad de exportar su estrategia a otras ciudades que necesitan algunos arreglillos en sus calles y carreteras, no parece que el artista de Manchester esté detrás de los penes que, semanas atrás, aparecieron en distintas ciudades australianas, señalizando también desperfectos en la calzada.