Los ingredientes de la frustración varían según el recetario que empleemos. En cualquier caso, hay uno que se suele repetir en casi cualquier tarea: el uso de herramientas de baja calidad.
Por eso, cuando Winsor & Newton, la marca de material de creación gráfica, envió una selección de material a Yorokobu, se lo hicimos llegar a Konsu Llorente y Miguel Mazarío.
Winsor & Newton es una marca británica de productos de creación gráfica que lleva aportando materiales a la creatividad desde el siglo XIX.
Creada por el químico William Winsor y el artista Henry Newton, mantienen el respeto por la tradición a la que han añadido una visión sostenible y socialmente responsable de su papel en este siglo XXI.
El primer comentario de los dos diseñadores al trabajar con la centenaria marca fue que la frustración dejó de llamar a la puerta. «Da mucha rabia cuando, por fin, estás contento con la dirección de una ilustración pero los materiales no te acompañan. Lápices que patinan, acuarelas y acrílicos con más carga que pigmento, rotuladores y lápices acuarelables que no terminan de diluirse, que marcan el papel, pigmentos que no se adhieren bien… Con Winsor & Newton no hay fallo», explican.
Además, el hecho de poder experimentar con la gama de productos casi completa, fue como enviarles al parque de atracciones. Les dejamos trabajando con lápices Studio Collection, fineliners, rotuladores Promarker, acuarelas y tintas y les pedimos que nos contaran sus sensaciones.

Lápices Winsor & Newton
Aunque Konsu Llorente explica que ya conocía el material de la marca –sus acuarelas habituales son Winsor & Newton–, se ha zambullido en la gama completa de herramientas y ha comenzado con los lápices.
«Se nota que los lápices de color son de alta gama», señala. «Dureza perfecta, semicrubrientes para mezclarse sobre el papel y con la capacidad de crear degradados de manera muy sencilla».
Con respecto a los lápices acuarelables, es decir, los lápices que se comportan como un lápiz de color normal en seco y como una acuarela si se mezclan con agua, los resultados saltan a la vista. «Yo prefiero pintar y después difuminar y manchar con agua, pero dibujando directamente sobre papel mojado también funcionan de maravilla», explica la ilustradora.

Llorente también empleó grafito de Winsor & Newton de las durezas 2B, 6B y 8B.
Los rotuladores Promarker y los fineliners Winsor & Newton
Miguel Mazarío destaca de la gama de rotuladores Promarker la espectacular gama cromática y la calidad y precisión de los dos tipos de punta de cada rotulador. «Para ejecutar tareas de lettering, la punta plana ayuda con el contraste e inclinación de la caligrafía. Los metallic son cubrientes, lo que da mucho juego a la hora de superponer capas. Los brush, con la punta blanda, parecen pinceles. Y los neón son espectacularmente fluorescentes».
La versatilidad y las posibilidades se ven aumentadas con el uso de los fineliners los rotuladores de punta extrafina de la marca. «Muy precisos y de distintos grosores. Se agradece mucho poder tener la precisión que te da un 0.1 (súuuper fino) pero también, poder jugar con las distintas anchuras del trazo, gracias a grosores superiores», explica Mazarío.

Acuarelas Winsor & Newton
Además de los mencionados lápices acuarelables de Winsor & Newton, Llorente y Mazarío han tenido la oportunidad de jugar con rotuladores acuarelables y, por supuesto, con acuarelas puras.
De los primeros, Konsu Llorente explica que son un producto único y totalmente diferenciable de los que ofrecen otros fabricantes. «Es la herramienta que más me ha asombrado en comparación con otras marcas. Al mezclarlos con agua la pintura se difumina perfectamente, sin dejar rastro del trazo del rotulador».
Como explicaba antes, Llorente ya era usuaria habitual y satisfecha de las acuarelas Winsor & Newton. «Ya me tenían convencida. Tienen diferentes gamas de acuarelas y ninguna me ha decepcionado», dice. Además, la ilustradora explica que es una enamorada de la presentación del material. «Lo que me encanta de este estuche es lo práctico que es para dibujar de viaje o fuera de casa: el pincel con dosificador de agua con el estuche, un cuaderno y listo».
En la parte técnica, Llorente afirma que el pigmento se funde perfectamente con el agua y se adhiere al papel sin dejar pegotes contribuyendo a esa ausencia de frustración tecnológica que mencionábamos al comienzo del artículo.
Papel Winsor & Newton
Konsu Llorente y Miguel Mazarío han probado 3 tipos de cuadernos de Winsor & Newton. El cuaderno Promarker, que ha sido probado por Mazarío, es satinado y blanco para rotuladores, sin agua.
Llorente, fervorosa admiradora de la acuarela, optó por el cuaderno para este material. «El cuaderno cuenta con un gramaje alto (300gr/m2) y pegado al cuaderno para no doblarse o arrugarse al mojarse. Esto me encanta porque yo abuso mucho del agua», explica.
El cuaderno de boceto –utilizado por ambos– es apaisado con proporción 16:9, «muy elegante y perfecto para cualquier apunte o boceto inicial».
Además, los diseñadores han utilizado las tintas de Winsor & Newton con el siguiente veredicto: «es una colección increíble. El empaquetado se diferencia de casi todas las tintas chinas que hemos usado. Los colores saturados e intensos, con plumilla o pincel, tienen el característico acabado de la tinta china».
¿Qué puedes hacer con el material de Winsor & Newton?
Cuando uno habla de asuntos gráficos, la palabra pierde el duelo con lo visual en 9 de cada 10 ocasiones. Por eso, preferimos que lo veas.
Además, queremos ponértelo fácil para que puedas conseguir resultados parecidos a ese. Winsor & Newton ha creado estos tres vídeos que, a modo de masterclass, te enseñarán el uso y la técnica de un buen número de los productos de la gama Winsor & Newton. Ahora, todo pasa por comenzar a crear.
El primer vídeo explica cómo usar rotuladores Promarker sobre metacrilato.
Seguimos con la creación de formas abstractas con Fineliners y lápices acuarelables.
El tercer vídeo sirve para entender las posibilidades de mezclar distintos materiales y herramientas: acuarela, lápices acuarelables y médium iridiscente.
El resto es dar rienda suelta a la creatividad y comenzar a ilustrar.