El verano de 2025 será recordado por los terribles incendios que calcinaron cientos de hectáreas de bosques y montes en España. Tristemente, los fuegos no han sido solo cosa de ahora, cada año, con mayor o menor virulencia, se inicia alguno que destruye ese patrimonio natural de nuestro país. Uno de los más devastadores fue el que asoló en 2018 el monte asturiano de Grandas de Salime. Pero cruzarse de brazos a esperar a que la vida renazca no es la solución: ¿por qué no ayudar a la naturaleza a devolver la vida que el fuego destruyó? ¿Y si lo hacemos a través del arte?
En eso consiste la iniciativa de Pienso Luego Actúo, la plataforma social de Yoigo, con la que colabora el ilustrador Ricardo Cavolo. El artista ha creado la ilustración titulada Reforestación que se venderá en una serie limitada de 300 impresiones. Lo recaudado se destinará a colaborar en la reforestación del bosque asturiano, a través de Bosquia, en cuya web se puede adquirir la obra.
La acción de replantación afectará a 8,15 hectáreas útiles de ese espacio protegido, y se llevará a cabo con especies autóctonas y adaptadas al medio. El proyecto combina coníferas de rápido crecimiento con frondosas autóctonas y especies productoras de fruto, lo que permitirá capturar carbono atmosférico y prevenir nuevas emisiones, diversificar el bosque de cara a nuevos incendios y plagas y proteger el suelo y recuperar hábitats clave en un espacio rural de alto valor ambiental.
Un mensaje de esperanza y nueva vida que está en nuestras manos proteger. Eso es lo que parece representar la ilustración de Cavolo, donde la figura humana se funde con el trazo de la montaña y sujeta la tierra entre sus manos en un gesto de cuidado y protección. Si la mano del ser humano ha estado detrás de muchos de los fuegos que devastaron nuestro paisaje y nuestra memoria colectiva, que se convierta ahora en creadora de vida y escudo frente a nuevas amenazas.
«Desde Pienso Luego Actúo supimos que queríamos aportar algo al desastre de los incendios. Se nos ocurrió contar con Ricardo, en cuya obra el fuego tiene una presencia muy característica, como emblema y símbolo potenciador, para que creara algo positivo de esta situación tan dolorosa — comenta Alba Bobillo, de Yoigo—. Aún es pronto para reforestar los bosques quemados este verano, así que trabajaremos para recuperar el monte de Grandas, afectado por la ola de incendios que tuvo lugar en 2018».
La lámina de Ricardo Cavolo se convierte, así, en un recordatorio de que la belleza también puede ser una forma de resistencia, una ventana de vida renacida desde la que el bosque se asoma.