Si sois habituales de estos andurriales, ya sabréis que os toca a vosotros hacer el trabajo duro. A nosotros nos toca cumplir años, que ya sabéis lo fastidiado que es por el asunto de las arrugas y el mal carácter, pero la mandanga de hacer la portada de Yorokobu es, este mes, responsabilidad vuestra. Además de desvelaros ese tema, os contamos brevemente qué otros contenidos os llevamos a casa en el número 46 de la revista de papel.
El ritual de ir a la oficina tiene, conforme avanzan los tiempos, menos sentido. Cada vez más empresas optan por un modelo que se está probando como efectivo y más compatible con la vida personal de los empleados. WordPress factura 45 millones de euros con casi todos sus empleados desperdigados por el mundo.
Mucho jijijí jajajá y todo lo que vosotros queráis, pero todos tenemos vergüenza (o casi todos). Os traemos un repaso histórico al honor, la prudencia, el ridículo y las mejillas inyectadas en sangre a causa del escarnio.
Si tu sentido favorito es el tacto estás de enhorabuena. Los amantes de la música tienen un objeto que añadir a su catálogo de filias táctiles. Resurge el casete, sí, el de toda la vida, como objeto de culto que perpetúa el ritual de seleccionar y reproducir sonidos. Grupos de diferente pelaje, casi siempre de corte underground e incluso algunas marcas apuestan por el formato rebobinable con un boli Bic.
Es la guerra. O, al menos, lo fue. Y perdimos. Los peatones tuvimos que dejar el espacio más importante de las calles a los coches, seres invasores y contaminantes que tienen sus ventajas pero que hicieron los entornos urbanos algo menos vivibles. He aqui una reflexión acerca de lo que supone poner un piececito delante del otro. ¡Son todo ventajas, señora!
Termina el año y es hora de mirar, solo por un instante, hacia atrás. No somos nostálgicos (o queremos creer que no lo somos), pero deseamos grabar para siempre nuestro recorrido anual a través de las portadas de la revista de papel. Este año, Elisava hace posible esta compilación. Miradita rápida y ¡tiramos p’alante!
Pablo Gámez y Martha Gómez. Vieron nuestro motto, Take a Walk on the Slow Side, y se lo pasaron por el forro. BIEN HECHO. La numerografía de Gámez y Gómez huele a velocidad y asfalto. Se han inspirado en la Fórmula 1 para crear unas cifras que invitan a ir a toda leche.
Y terminamos, como de costumbre, por el inicio. Conocemos a peSeta desde hace algunos años. Y le ponen un cariño tan delicado y chiquitito a las cosas que hacen que pensamos que tratarían así a la propuesta de la portada de nuestro cuarto aniversario. Nuestros suscriptores podrán crear la cover de Yorokobu con retales, aguja e hilo. Los que nos seáis suscriptores (¿a qué esperáis?) podéis ver cómo montaron ellos esos trozos de tela.