Tú estás muerto y Yorokobu está vivo

Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Philip K. Dick no estaba equivocado. Eran los demás quienes lo estaban. El título de la biografía de Emanuelle Carrere sobre el escritor de ciencia ficción nos inspiró para crear este reportaje ilustrado por Buba Viedma. Si quieres saber si estás vivo o muerto, puedes descubrirlo leyendo el nuevo número de Yorokobu (te lo enviamos a casa sin gastos de envío). A continuación, un pequeño resumen de lo que encontrarás en su interior.
La maquinaria propagandística de la URSS convirtió los edificios en panfletos descomunales. A través de mosaicos se idealizó un futuro que no acabó de llegar. Hoy, los mosaicos comunistas languidecen en las calles de Ucrania. El fotógrafo Vladimir Shipotilnikov ha decidido retratarlos antes de que desaparezcan.

Pietà es una marca de ropa cuya elaboración se hace íntegramente por presos de algunos de los centros penitenciarios más conflictivos de Perú. Pero su fundador insiste en que no buscan dar lástima. Quieren rehacer sus vidas a través de una marca de moda en la que todos trabajan por un objetivo común: crear ropa irreverente y de calidad.

El lugar donde nació el café es el mismo en el que nació la humanidad. Esta pequeña semilla cambió el mundo. Ha moldeado la economía, la política y la estructura social de naciones enteras. Después del petróleo, el café es el producto básico legal de mayor exportación en el mundo.

El empacho de Big Data ha llevado a Stefanie Posavec y Giorgia Lupi a crear una alternativa más artesanal. Las dos se intercambian postales con infografías para reflexionar sobre el impacto de los datos en nuestras vidas.

Un equipo de científicos han secuenciado el genoma de más de 2.000 islandeses arrojando unos resultados fascinantes para el futuro de la medicina.

La historia de Vinod Khosla y su estrepitoso fracaso en el sector de las energías renovables revela el lado oscuro de Silicon Valley.

La ilustradora Paula Bonet abre el número con una reflexión sobre le melancolía. «Es la paradoja de la plenitud: es posible un tipo de felicidad que no excluye la infelicidad, sino que la incluye».

Si has llegado hasta aquí es posible que sigas vivo.