Ayer soñé con Lola Flores

Es hablar de año nuevo y activarse inmediatamente la máquina de soñar que hay en el cerebro. Porque sí, porque es gratis, porque hace muchas cosquillitas en el corazón imaginar que los 366 días que están por venir (os recordamos que 2024 es bisiesto) van a ser bonitos, tranquilos y estarán cargaditos de cosas buenas. Y porque soñar, como lo de errar, es humano.

Así que este último número de Yorokobu del 2023 se lo hemos querido dedicar a los sueños.

A los de los dictadores también, porque conviene conocer al enemigo para tratar de frenarlo. Al sueño de una Sagrada Familia ya terminada, quizá no como soñaba Gaudí pero igual de mágica y de impresionante. A las pesadillas, por supuesto, que son la cara B de los sueños. Y para pesadilla, la de Elm Street, especialmente su segunda parte, analizada desde el punto de vista filosófico.

Y en medio de tantos sueños, se nos ha colado Lola Flores con su aje y su lerele, porque queríamos cerrar el año de su centenario justo cuando está a punto de terminar.

En este especial a la grandérrima artista jerezana, más que de su figura, hemos hecho un repaso por su influencia en la sociedad…

en el arte…

y hasta en el lenguaje.

¿Podíamos haberlo hecho antes? Sí, pero de la Faraona se puede hablar cuando nos dé la gana, que nunca será un tema pasado de fecha. Así que nos la hemos reservado para dejar que se nos quede en la boca el regustito delicioso y dulce de un gran postre.

Además, viene con su playlist, para que le pongas banda sonora a tu lectura.

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