El verano, digo. El Yorokobu de verano, también. Por el presente post hago constar que os tengo fichados. Los que decíais que este verano no habría verano, que sería el más frío (¡¡¿¿frío??!!) de los últimos 1342 años, que tendríamos que sacar los jerseys de angora para ir a la Feria de Málaga, todos, formáis parte de una lista cuyos miembros tienen un destino muy claro: morir en la vergüenza. Los demás podéis coger vuestro Yorokobu de verano, que viene fresquito y sabrosón, y disfrutar de las vacaciones.
El trato es el siguiente. Por cada grado superior en Madrid a 35, uno de vosotros será sacrificado con el objetivo de que dios (el dios alque se ofrecerá el sacrificio se seleccionará mediante sorteo ante notario) aplaque su calor. Esto será así hasta final del mes de agosto con la posibilidad de prorrogar la actividad si el veranillo de San Miguel se pone muy cabrón.
Dicho esto, seguro que os gusta saber que este mes hablamos del nuevo anarquismo del siglo 21, reportaje cuya ilustración está en la cabecera de este post y en el que Mar Abad reflexiona acerca de los movimientos ciudadanos y de su creciente evolución.
Recorremos también el metro de Münich a través de las espectaculares fotografías de Nick Frank, un director de arte que aprovecha el trayecto de vuelta a casa para analizar las geometrías que encuentra en los túneles.
«Pensábamos que en lo más alto del cielo residía la autoridad total. Pero la bola del mundo no reparte el poder así. En realidad, los que deciden son los que pisan firme. Los que disponen si su dios es Batman, Buda o Marte son los terrícolas. Ellos son quienes construyen y derriban a las deidades, los que matan y resucitan dioses atendiendo, a menudo, a la estética, la literatura y las modas».
A partir de ahí, resulta divertido repasar cómo interpretan a los dioses griegos desde Hey Studio. Deidades vectoriales con un diseño muy depurado.
Cada año, la costa catalana ve desfilar una interminable procesión de furgonetas Volkswagen. 600 furgos clasicas rinden homenaje estético y vital a uno de los vehículos más influyentes de la historia de la automoción.
La numerografía de verano sale directamente del costurero. Elías Torres ha creado los dígitos a partir de botones. Os contaremos con más detalle esta historia en los próximos días.
Terminamos con la portada, para que luego, vosotros empecéis por ahí. Conrad Roset es un devoto de las musas. Analiza la figura femenina, sueña los esbozos, idealiza a las ninfas y luego las plasma con lápiz, acuarela o acrílico, entre otras técnicas. También os contaremos acerca de esta portada a lo largo de esta semana.
Recordad que os enviamos la revista, por solo cinco euros, gastos de envío incluidos, al chiringuito que nos digáis. Entrad en nuestra tienda y haced el pedido.
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Aquí lo tenéis, malditos
