«Si un compositor puede decir en palabras lo que tenía que decir,
que no se moleste en decirlo en una composición musical».
(Gustav Mahler)
Quien compone una canción suele plasmar en ella sus vivencias o sentimientos, especialmente en algunos géneros musicales.
Es el caso de los cantautores o de los compositores de country o folk, que hablan a menudo de sus problemas sentimentales o de lo que ocurre a su alrededor. El rap o el hip-hop están estrechamente ligados a la crítica social y son inconcebibles sin las protestas de sus creadores. En estilos como el jazz o el blues, los sentimientos y los estados de ánimo se funden con las notas. La música puede transmitir unos matices muy diferentes a los que trasladan las palabras.
La producción de muchos músicos varía en cantidad y calidad en función de la etapa de su vida que estén atravesando. Sea o no verdad aquello de que «el desamor inspira más que el amor», parece indudable que es la realidad la que los empuja a crear, y la creación resultante no puede separarse de esa realidad.
Si damos por válida esta influencia de la experiencia personal en la creación musical, entonces sería impensable que otra persona compusiera tu canción por ti, más allá de esos servicios de composición musical para terceros (por ejemplo, para regalos de bodas o cumpleaños).
Pero pensemos en el rastro de información propia que vamos dejando en internet a través de las redes sociales. A veces, gracias a él, los seguidores pueden hacerse una idea bastante precisa del transcurso de nuestros días: si hemos ido un evento, si hemos probado una nueva comida, si nos hemos encontrado con amigos o si hemos bailado.
Toda esa información que compartimos voluntariamente podría ser traducida a una pieza musical. Una determinada mezcla de acordes puede transmitir melancolía; otra, júbilo; otra, indignación. Así que, en el sentido inverso, las vivencias y sentimientos también pueden materializarse en canciones que remitan a ellos.
Banco Sabadell quiere acompañar a las personas en los diferentes días que les toca vivir y que comparten, en parte, en las redes sociales. Y ha decidido hacerlo a través de una herramienta experimental llamada Acordes. El algoritmo repasa las publicaciones de alguien en las redes y crea una pieza musical a partir de su ritmo de vida.
La aplicación permite la conexión con Facebook o con Twitter. Tiene en cuenta la actividad del usuario, las temáticas que ha tratado, la ciudad donde ha estado o el clima que había en ella para componer su canción y presentarla con una animación de ondas que presentan algunos de estos elementos en una lluvia de partículas. Un ejemplo más de que el big data, lejos de ser impersonal, puede convertirse en algo personalizado y bello.
Acordes es la continuación de la campaña «Acompañarte» que el banco inició con la publicación de una conversación espontánea entre el compositor Pau Donés y la música Andrea Amador. Con ambas acciones, el banco pretende transmitir su compromiso de acompañar al cliente a lo largo de su vida.
2 respuestas a «Tu biografía de Facebook, convertida en una canción»
[…] Vinyl […]
Hola! Excelente artículo. Muchas gracias por compartirlo.
Saludos.