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Aparcamientos subterráneos para bicis

Los aparcamientos subterráneos para coches se han construido en las grandes ciudades del mundo para aprovechar mejor su espacio limitado. A medida que crece el uso de las bicicletas ¿por qué no hacer lo mismo con estos vehículos a dos ruedas? Giken, una empresa de ingeniería japonesa, lleva más de una década comercializando un sistema de aparcado para bicis subterráneo que resuelve este problema permitiendo almacenarlas de forma segura y eficiente bajo tierra.

La compañía lleva desde 1998 comercializando su tecnología y hasta ahora han construido 13 aparcamientos subterráneos. La mayor parte de ellas se encuentran en estaciones de metro aunque hay algunas compañías que también las han instalado para sus oficinas.

La capacidad de cada ECO Cycle varía según la localización. Las más pequeñas, como la instalada en la Universidad de Kochi, tiene una caseta con capacidad para 126 bicis mientras que el aparcamiento en la parada de metro de Suzukake, en Tokio, tiene un total de 8 casetas con capacidad para 1.440.

«El uso de la bicicleta se está volviendo muy popular en ciudades como Tokio. Encuentras centenares aparcadas de forma ilegal alrededor de las estaciones de metro. Se convierten en obstáculos para la libre circulación de servicios de emergencia y quitan espacio al peatón», explica Masaaki Katami, del departamento de desarrollo de negocio de Giken.

La filosofía de Eco Cycle, explica Katami, consiste en promover «la cultura en el exterior y la funcionalidad en el interior. Si eliminamos las barreras, podemos dedicar más espacio público a actividades culturales».

Cómo aparcar la bicicleta

1) La máquina lee una etiqueta instalada sobre la bicicleta. Se abre una rejilla donde se mete la rueda delantera.

2) Después de instalar el vehículo, se pulsa un botón.

3) La puerta se abre de forma automática y la bici entra dentro del cubículo. Se cierra y el usuario se desentiende.

4) La bici se introduce dentro del espacio subterraneo y se coloca automáticamente en una plaza vacía.

Cómo recoger la bicicleta:

1) Cada usuario tiene una tarjeta que pasa por un lector instalado en la máquina.

2) El sistema localiza la bici y la eleva hacia la calle.

3) Voila. Como arte de magia aparece en el exterior.

Si aún no te queda claro, este vídeo lo explica con pelos y señales a partir del minuto 1 (aunque está en japonés):

Tratándose de Japón, el sistema está construido para resistir terremotos. También es una eficaz forma de evitar robos, aunque la compañía no lo menciona, ya que es un problema menor en el país nipón. Sobre su futura expansión, Katami dijo que todavía no hay planes para llevarlo a otros países.

La compañía no solo se encarga de instalar el sistema. Es la responsable de proyectar y construir las instalaciones usando un método que reduce las vibraciones y el ruido al máximo . También cuentan con una tecnología similar para aparcar coches.

En muchos lugares, el auge de la bicicleta no se está viendo correspondida por inversión en infraestructura. Esta puede ser una de las múltiples formas para deshacerse de una de las mayores barreras de adopción de este medio de transporte: miedo a los robos y, de paso, contribuir a mejorar el espacio público.

Foto: kobakou bajo licencia CC.

 

Por Marcus Hurst

Marcus Hurst es Cofundador de Yorokobu y Redactor Jefe de Ling Magazine. Puedes seguirle en @marcushurst

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