Tienes 37 notificaciones sin leer, 5 correos nuevos y 2 llamadas perdidas. Antes de que te des cuenta, has desbloqueado el móvil 150 veces en un solo día. Tu cerebro pide más, siempre más. Es la tiranía del scroll infinito, la dictadura del like. ¿La culpable? La dopamina, ese neurotransmisor que nos hace sentir tan bien.
Pero, ¿y si te dijera que puedes «resetear» tu cerebro con un ayuno de dopamina? Suena tentador, ¿verdad? Pues agárrate, porque vamos a desentrañar este mito de Silicon Valley.
Primero, vamos a aclarar algo: la dopamina no es la villana de esta película. Es más bien como ese amigo que siempre está dispuesto a una fiesta. Cada vez que recibes una notificación, tu cerebro libera un chute de dopamina. Es como un miniorgasmo cerebral. Suena placentero, ¿no? Pues aquí viene el giro argumental.
Según un estudio reciente, el uso excesivo de dispositivos digitales, especialmente las redes sociales y videojuegos, puede crear bucles de retroalimentación impulsados por la dopamina que refuerzan comportamientos adictivos. Pero ojo, que no es tan simple como «dopamina = adicción».
Aquí es donde entra en escena el famoso ayuno de dopamina. La idea es simple: abstente de todo lo que te da placer durante un tiempo y, ¡voilà!, tu cerebro se resetea. Suena lógico, ¿verdad? Pues resulta que la ciencia tiene algo que decir al respecto.
Según el Dr. Cameron Sepah, uno de los principales defensores de esta técnica, el ayuno de dopamina consiste en controlar los comportamientos impulsivos, especialmente los estimulantes. Esto implica reducir el uso de dispositivos móviles, redes sociales y otras actividades que nos proporcionan un estímulo inmediato.
Aunque, en realidad, no hay evidencia científica de que esto realmente suponga reiniciar nuestros niveles de dopamina. Y, además, la dopamina no solo se encarga del placer. Este neurotransmisor interviene en un sinfín de funciones fisiológicas y cognitivas.
Ahora bien, ¿significa esto que ese ayuno digital es completamente inútil? No necesariamente. Aunque no haya evidencia de que realmente sirva para restablecer nuestros niveles de dopamina, hay algunos aspectos que podrían tener beneficios:
Lo que realmente está en juego aquí no es tanto la dopamina como la adicción al comportamiento. Según los expertos, lo que ocurre con el uso excesivo de redes sociales y dispositivos móviles se parece más a una adicción conductual que a una adicción química.
El Dr. Sepah admite que su idea original del ayuno de dopamina ha sido malinterpretada. Su propuesta real es gestionar los comportamientos adictivos, restringiéndolos a ciertos periodos de tiempo y buscando alternativas.
La respuesta corta es: depende. No hay evidencia científica de que realmente resetee nuestros niveles de dopamina. Sin embargo, tomar descansos de los dispositivos digitales y buscar actividades alternativas puede tener beneficios para nuestra salud mental y bienestar general.
Lo importante es encontrar un equilibrio. No se trata de demonizar la tecnología o privarnos de todo placer sino de ser conscientes de nuestros hábitos y buscar una relación más saludable con nuestros dispositivos y las redes sociales.
De ahí que en lugar de un ayuno de dopamina, lo ideal sería practicar algo parecido al mindfulness digital. Esto implica ser conscientes de cómo usamos la tecnología y cómo nos afecta. Algunas estrategias pueden incluir:
En definitiva, el ayuno de dopamina puede no ser la panacea que prometen algunos gurús de Silicon Valley, pero nos recuerda algo importante: a veces necesitamos desconectar para reconectar con nosotros mismos. Y eso, amigos, no requiere de ninguna dieta neurológica de moda.
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