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Brogrammer: así llaman al programador «machote»

En el lenguaje del futuro se oyen ecos de teclados. Y algún bip. En muchas de las palabras venideras estará escrita la historia de Silicon Valley y de las hordas de informáticos e ingenieros que están diseñando hoy los aparatos y el modo de vida del siglo XXI.

Pero no hay que esperar ni un día más para ver en las palabras el reflejo de lo que ocurre en la industria de la programación. Hace casi una década apareció un término, brogrammer, que describía a algunos de los jóvenes que estaban ocupando las oficinas de Facebook, Google y otras compañías de cables, satélites y algoritmos.

El palabro aludía primero a las hermandades (bro) y especificaba después que esto ocurre entre programadores (grammers). Apareció con cierta mofa pero, a la vez que han ido cambiando las ideas y la conciencia de la sociedad, mutaban las connotaciones que el término tiene a su alrededor. Ya no es un chiste y ahora lo arrojan a la cara de muchos programadores.

«Yo, sin querer, construí una cultura brogrammer. Ahora la estoy deshaciendo», entona en un mea culpa el CEO de una plataforma de vídeo en la revista Fast Company. No es nada raro encontrar esta palabra en titulares de medios tan prestigiosos como Wired, The Guardian o The New York Times.

Hoy el término lleva implícito el reproche. Acusan a los brogrammers de estar más interesados en formar un «club de amigos» (que se dicen entre ellos «Hey, bro!») que de buscar el mejor talento. Y los critican porque, agrupados como una piña, mantienen el poder en las manos de siempre: hombres, blancos y heterosexuales.

Muchos de ellos son los que están escribiendo el código y los algoritmos de hoy y de mañana. Y eso hace que haya mucha testosterona en las órdenes que hacen funcionar los aparatos. O como explica Media Trendala: «El futuro tendrá barba». En los principales lenguajes de programación, la aportación de las mujeres apenas representa un 10%, y ante el dato, los autores del Trendala, Prodigioso Volcán y Philumen, se preguntan: «¿Escalarán las mujeres a la cima de la nueva economía o la inteligencia artificial dominada por hombres (Artificial Mantelligence) nos llevará por otros derroteros?».

Por Mar Abad

Periodista. ✎ Cofundadora de la revista Yorokobu y de la empresa de contenidos Brands and Roses (ahí hasta julio de 2020).

Libros.  Autora de Antiguas pero modernas (Libros del K.O., 2019). «No es una serie de biografías de mujeres; es una visión más vívida, más locuaz y más bastarda de la historia de España». Lo comentamos en El Milenarismo.

Autora de El folletín ilustrado junto a Buba Viedma. Lo presentan en Mundo Babel (Radio3) y en Las piernas no son del cuerpo, con Juan Luis Cano (Onda Melodía).

Autora de De estraperlo a #postureo (editorial Larousse, 2017). Un libro sobre palabras que definen a cada generación y una mirada a la historia reciente desde el lenguaje. Hablamos de él en Hoy empieza todo (Radio3), XTRA!, La aventura del Saber (La2).

Autora junto a Mario Tascón del libro Twittergrafíael arte de la nueva escritura (Catarata, 2011).

Laureles. ♧ Premio Don Quijote de Periodismo 2020. Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes 2019, Premio Internacional de Periodismo Colombine 2018, Premio de Periodismo Accenture 2017, en la categoría de innovación.

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