Está embutida entre dos bloques de apartamentos en la Rue Duperré, en el distrito 9 de París, como si de un cortafuegos se tratase. Alguien decidió que aquel tajo podría aprovecharse como cancha de baloncesto y, desde entonces, no le han faltado pivots, aleros y bases aficionados, encarando y defendiendo sus canastas. Stéphane Ashpool es uno de ellos. El fundador de la firma de moda Pigalle es un fanático del baloncesto y en su tiempo libre entrena a niños en este lugar.
Fue en 2009 cuando Ashpool pensó que a la pista no le vendría mal un lavado de cara. En aquella ocasión contó con la colaboración de Nike para llevar a cabo su idea. Cinco años más tarde, ambas firmas buscarían la colaboración de Ill-Studio para volver a renovar el aspecto de las instalaciones. Esta vez, Ashpool tenía una razón de peso por la que la nueva imagen de la cancha estuviera a la altura: celebrar la apertura de la tienda de su nueva enseña, Pigalle Basketball, situada justo en frente.
En aquella ocasión, los diseñadores del estudio parisino tomaron como referencia a los deportistas inmortalizados por Kazimir Malévich en los años 30 del siglo pasado. De las figuras, que el artista ruso creó cuando ya encaraba su etapa postsuprematista, les cautivó su disposición pero sobre todo sus potentes colores. Blanco, rojo, azul y amarillo distribuidos por la cancha en panales de etileno-propileno-dieno (EPDM) de formas geométricas serían la base del proyecto.
Hace unos meses, el equipo de Ill-Studio volvía a pisar la cancha junto con Ashpool. Tenían en mente una nueva remodelación. Aquellos colores primarios serían sustituidos ahora por nuevas tonalidades de rosa, morado o naranja, degradados en algunos puntos. El tabique que servía de cierre de la instalación fue sustituido por una malla metálica de color azul para que cualquiera que pase por la zona pueda echar un ojo a lo que ocurre sobre la pista. O simplemente deleitarse con sus nuevos colores y formas.
La cancha volvió a estrenar imagen, y el fotógrafo y arquitecto Ludwig Favre capturó con su cámara el resultado. «Conocía el anterior diseño de las instalaciones y quería mostrar su evolución gráfica», indica. Lo atípico del terreno obligó a Favre a disparar desde ángulos inverosímiles. Pero mereció la pena aunque reconoce cierto ambiente hostil mientras tomaba aquellas imágenes: «Muchos fotógrafos y medios nos hemos interesado por la nueva imagen de las instalaciones», explica. «Por eso no solemos ser muy bien recibidos por las personas que acuden a jugar allí».
Algunos de esos mismo chicos que lanzan miradas desafiantes a los fotógrafos son los que Ashpool se llevó a Tokio para presentar la nueva colección que ha realizado con NikeLab. Los subió a un avión y se pasaron una semana portando los nuevos modelos de la colección por las calles de la capital nipona. El barrio de Pigalle es hoy un fenómeno global.
Una respuesta a «La cancha de baloncesto más colorida y fotografiada de París»
Espectacular esta cancha de baloncesto. Una pena no haberlo sabido cuando estuve en París. A cualquier aficionado al basket le mola seguro. Por cierto, si queréis ver cosas de baloncesto chulas, en mi página tenéis un montón: https://debaloncesto.net Un saludo a todos!