La gran crítica que todo el mundo hace de Facebook y otras redes sociales es la incomunicación que denotan. Nos escondemos entre una maraña de «amigos» que no son tales, y a los que incluso numeramos, para reflejar solo una de nuestras caras. Lo divertidos que somos, una vida que te sonríe, una pose estudiada… una mentira. O, al menos, no toda la verdad.
Para darle la vuelta a esa tortilla de incomunicación y postureo, nació Common Greatness (‘Grandeza común’), una página de Facebook en la que lo importante son las personas y las historias que hay detrás de ellas. Sin retoques. Sin Photoshop. Tal cual son.
Su autor, David Rota, la cuida y mantiene como solo se mantienen las cosas auténticas que no quieres perder. Cada miércoles, este fotógrafo nacido en Altea sube una historia diferente. Gente corriente que tiene algo que contar y tiene ganas de compartirlo sin filtros, con todas sus imperfecciones y toda su realidad a cuestas. Esa es la única condición.
El procedimiento es sencillo. Los interesados le envían un mensaje a través de la página y David les entrevista y fotografía. Cualquiera es bienvenido. Bueno, cualquiera no. Políticos mentirosos o empresarios despiadados que buscan su propio interés no tienen cabida en Common Greatness.
«Busco historias de personas reales, no ficticias. No busco nada más que recuperar el valor de lo que hemos vivido», aclara David Rota. «Lo que nos define como personas es el camino que hemos seguido y que nos lleva hasta lo que somos hoy».
A cada historia le acompaña la fotografía del protagonista en blanco y negro porque, según dicen, es el color que muestra el alma. «No hay un color que nos distraiga, solamente está la persona y su esencia», explica. «Quiero que la foto también cuente una historia, y esta es la de los altibajos (luz-oscuridad) que todos vivimos y que nos hacen ser la persona que somos. No hay nada de malo en la oscuridad. Lo malo no es algo de lo que avergonzarse, es algo que ha ayudado a construir la persona que somos hoy».
Los retratados siempre sonríen de manera natural, amable y relajada. ¿Por postureo? No. «La sonrisa es una invitación a leer la historia que se acaba de contar», explica David, pero sin buscar enmascarar la realidad del que habla, sino mostrar la aceptación del mal momento que ya ha pasado. «Lo que busco es que la gente vuelva a apreciar el camino que han seguido».
«Estoy muy en contra de esa postura neoclásica que viene de EE UU», continúa explicando, «de esa epicidad en la actitud, de la necesidad de estar siempre ‘bien plantados’. Del mismo modo, no me gusta el retoque o la recreación de una iluminación falsa y forzada en una foto donde no hay una armonía entre sujeto y fondo».
El proyecto lleva funcionando ya un año y alguna vez se le ha pasado por la cabeza abandonarlo. Altibajos anímicos, la situación personal por la que estuviera atravesando en el momento en que flojean las ganas de seguir y el gran trabajo y esfuerzo que supone para Rota el mantenimiento de su página, le han llevado a veces a querer tirar la toalla. «Lo cierto es que este proyecto me ha llevado a descubrir muchas cosas sobre mí mismo, y sobre todo, muchas personas fantásticas», aclara. Historias y personas como el músico Rafael Lechowski, a quien admira y de quien destaca su calidez humana, o la de «una chica maravillosa, que ha sido muy especial para mí por lo que me supuso a nivel personal», le animan a seguir y a no poner fecha de caducidad a Common Greatness.
Por el momento, su galería de personajes seguirá contando sus vidas en Facebook, que le ofrece la gran ventaja de poder interactuar con la persona retratada y con sus allegados. Pero no se cierra a buscar otros formatos donde seguir narrando la vida. «En octubre, si todo sale bien, se hará la primera exposición».
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