Una noche. Un concierto. O un monólogo. Música. Risas. Baile. Marcha. Y la taquilla recaudada, íntegra para quienes más lo necesitan. El impacto positivo de la propuesta Conciertos Solidarios es tal que recientemente ha vuelto a obtener otro reconocimiento: el Premio JES, Jóvenes Emprendedores Sociales, de la Universidad Europea.
Todo comenzó «casi de casualidad, cuando una amiga mía, Laura, se fue a Camerún de voluntaria y nos sugirió que hiciéramos algún evento para obtener fondos», recuerda Irene Sánchez, una de las artífices de proyecto. «Entonces creamos una página en Facebook y la buena acogida que tuvo nos empujó a seguir, ya que muchas ONG no tienen el tiempo suficiente para organizar sus actividades». Y aquello que nació hace unos tres años uniendo música, altruismo y respaldo a sectores desfavorecidos se completa hoy con fiestas infantiles y cumpleaños muy especiales, galas de monólogos, magia, teatro, rifas, rutas en bicicleta o mercadillos.
Mucho más de lo que cabe esperar tras el sugerente nombre de Conciertos Solidarios. Se trata de un equipo joven que se define como «asociación sin ánimo de lucro que lleva a cabo la organización, grabación, fotografía y difusión de eventos y conciertos solidarios para fundaciones, entidades o particulares que necesiten fondos para una causa concreta». Una buena causa, sin duda.
«La crisis saca lo mejor y lo peor de nosotros», apunta Irene Sánchez. «Estar en este mundo te abre los ojos y te hace sonreír un poco más porque cada día te das cuenta de que aún hay personas con buen corazón, dispuestas a dar lo poquito que tienen». Así, con entusiasmo, logran generar un ambiente de colaboración, compañerismo y empatía. «Hemos visto cómo familias a las que teníamos que ayudar enviando comida se han recuperado de su mala situación». Circunstancias que animan a continuar promoviendo estos acordes tan afinados, una idea de las que hacen confiar en el progreso de la sociedad.
Según confiesan, esta aventura «es algo que no se puede definir, te llena por dentro, te enriquece como persona, te hace ponerte en la piel de otros y compartir experiencias». ¿Quién dijo que la juventud está anestesiada? Pues no. No hay más que pasarse por la web de La Destilería de Start Ups y comprobar cómo bulle de jóvenes emprendedores con ganas de cambiar su entorno, y, ¿por qué no?, el mundo.
Nota a nota, el resultado de Conciertos Solidarios está siendo muy satisfactorio: «Hay ONG que repiten, mamás de niños con enfermedades que te piden apoyo y las caras de felicidad cuando reciben los juguetes que les enviamos no tienen precio». A Irene Sánchez, CEO de la iniciativa, le cuesta describir todo lo vivido: «Desde nuestro primer concierto en una sala mítica de Madrid que hoy está cerrada nos hemos encontrado con muchas personas maravillosas, que ya son casi de nuestra familia».
¿Y sus objetivos próximos? Contar con patrocinadores, expandirse por todo Madrid, asentarse en Asturias o involucrar a más personas para «seguir repartiendo solidaridad». Lo han hecho en varias provincias de España, adaptan las necesidades de cada evento al local más adecuado y seguro que ya ensayan para el próximo sarao. Quizá el momento de crear este proyecto sí fue casual, pero el destino estaba escrito.
Que suene la música. Pasarlo bien nunca fue tan útil.
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