Las emociones estrujan el corazón y, a veces, duele. Por eso una niña decidió arrancárselo y suplantarlo por un dispositivo de metal o un ‘corazón robot’. Amaia Arrazola ha dibujado esta historia en más de 40 páginas y el próximo jueves la presenta en la librería Panta Rhei, de Madrid.
El origen de este libro, titulado Corazón robot, fue un dibujo. En él aparecía una niña con un corazón de metal y de ahí surgiría después todo lo demás. «Dibujé a la niña y se la mandé a Iñaki Oliver. Él me propuso el comienzo de una historia y fuimos enviándonos textos e imágenes hasta que formamos la obra», explica Arrazola. «Es un libro experimental. No nació de la necesidad de contar una historia. Lo que quería era mostrar una capacidad narrativa».
El escritor y guionista Iñaki Oliver es la otra mitad de la autoría de Corazón robot. A principios de 2012 empezaron juntos a diseñar esta historia contada en pocas palabras y muchas imágenes. Después del verano ya estaba terminada y entonces empezaron la búsqueda de editorial. «Ahí es cuando te entra el miedo de verdad», indica Arrazola.
La historia de la niña que no quería sufrir solo se ha contado en 500 volúmenes. El libro, publicado por Stendhal Books, es una edición limitada y firmada. «Es un proyecto delicatessen. No es ningún encargo. Es un libro underground y lo hicimos de un modo muy artesanal. Fuimos abriendo uno a uno, firmando uno a uno, numerando uno a uno…».
La protagonista, efectivamente, es una niña. Pero que esto no lleve a equívocos. Corazón robot es una historia de humor ácido y satírico que entenderán muy bien los adultos.
Categorías