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‘Crepitantes’: un Instagram sobre mocos

Crepitante es, entre otras cosas, el sonido que produce el aire al pasar por las vías respiratorias y encontrarse mocos por el camino. Esa dificultad respiratoria es sólo uno de los síntomas de la fibrosis quística, una enfermedad bastante desconocida a pesar de que más de un millón y medio de españoles son portadores del gen que la produce.

La artista Elisa González dibuja mocos simpáticos porque padece fibrosis quística y quiere hacer algo al respecto. Acaba de lanzar su proyecto Crepitantes, que «trata de representar la fibrosis quística a través de un nuevo imaginario más allá del asociado a la sintomatología y a la medicación». Sus ilustraciones muestran un moco simpático, como ese amigo un poco pesado al que no te queda otra que aguantar o, en palabras de Elisa González, «ese compañero inevitable al que hay que aceptar y querer».

[pullquote]Todos los mocos del proyecto son susceptibles de representar los mocos de cualquiera que los identifique como propios[/pullquote]

«Intento representar lo que no se ve de la enfermedad, aquellas rutinas y sensaciones con las que convivimos diariamente». Ella cree que hay situaciones que todos los que sufren esta enfermedad reconocen pero que «rara vez se materializan de forma gráfica o narrativa». Por ejemplo, «montar inhaladores de Tobramicina y Promixin, estructurar los horarios del día en función de la fisioterapia respiratoria o distinguir los matices de cada tipo de tos».

Sus objetivos al dar a estos síntomas forma y color son dos: visibilizar la enfermedad para aquellos que no la conocen y conseguir que los pacientes amplíen el imaginario de la enfermedad «en lo positivo y divertido».

Los mocos «están presentes en la sociedad», también para los que no tienen fibrosis quística, porque todos los hemos sufrido alguna vez por culpa de un catarro. Así que González aclara: «todos los mocos del proyecto ‘Crepitantes’ son susceptibles de representar los mocos de cualquiera que los identifique como propios».

El moco «o mocos, por desgracia no hay solamente uno» todavía no tiene nombre. «Es simpático o ‘riquiño’ porque es un compañero que nos va a acompañar toda la vida, y mejor que sea un colega en vez de un enemigo. Sin embargo, sigue siendo algo un poco molesto. Es un buen amigo pero muy pesado, a veces sería maravilloso que te dejara en paz».

Este proyecto se basa en la aceptación de la enfermedad, en transformar el rechazo en ilusión por tratarla lo mejor posible. «Quizás en el futuro defina personajes concretos con sus nombres, pero el proyecto todavía está demasiado “verde”».

[pullquote]Quizás en el futuro defina personajes concretos con sus nombres, pero el proyecto todavía está demasiado “verde”[/pullquote]

González es socia de la Federación Española de Fibrosis Quística y piensa presentarles el proyecto cuando esté más avanzado. Esa entidad, explica la artista, está muy comprometida con dar visibilidad a la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes. «¡Han creado una aplicación móvil para facilitar la adherencia al tratamiento que es lo más!».

También se ha parado a investigar las diferentes organizaciones de fibrosis quística de otros países como Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Australia. «Tienen programas muy interesantes y están muy comprometidos con la divulgación de los avances científicos».

Los «fiquis», que así se autodenominan los que padecen fibrosis quística, han recibido en general el proyecto de González con los brazos abiertos. «Me han llegado mensajes de gente de diferentes países que me piden que haga más dibujos». En concreto, le hizo ilusión ver uno de sus mocos versionado por una anciana con Alzheimer a través del proyecto ‘Escribidanta’ dirigido por su nieto.

González cree que ‘Crepitantes’ tiene «un largo recorrido». De momento, las ilustraciones son su principal medio, pero está pensando «formatos más escultóricos» como instalaciones con plastilina o fieltro. «Estoy en proceso de crear un par de pulmones de fieltro de dos metros —los que me encantaría tener— y también me gustaría empezar con la novela gráfica como formato, tratando el proceso de negación-negociación-aceptación y otras tribulaciones del moco y la fibrosis quística».

Otro de los temas preferidos de Elisa González son los guateques. Lo demostró en una portada de Yorokobu y también formando parte de la organización de una macrofiesta espacial. Quizá por eso ha contemplado también la opción de llevar ‘Crepitantes’ al formato fiesta: «me fliparía hacer una fiesta de despedida a la pseudomona —una bacteria muy resistente que disminuye la capacidad pulmonar progresivamente—. Sería una fiesta-exposición con ilustraciones, una pseudomona de fieltro gigante a la que despedir, botes de alcohol antiséptico por todos lados para evitar gérmenes y bacterias y mucho guacamole, que es lo más parecido a los mocos en color y textura. ¡Viscoso pero sabroso!».

De todas las facetas de su trabajo, la que más le gusta es precisamente esa: idear, buscar los recursos, ejecutar y ver el resultado final en cualquier tipo de proyecto.

[pullquote]El humor soluciona cualquier problema[/pullquote]

Actualmente, ‘Crepitantes’ no puede desvincularse de las redes sociales, porque existe principalmente en ellas. González cree que hay «una parte positiva y otra negativa» en estas plataformas. «Por un lado es positivo porque cualquier proyecto tiene cabida en internet y puede llegar a diferentes públicos sin necesidad de tener grandes dimensiones. Además es muy estimulante identificar qué propuestas y estilos surgen cada día, cómo algunos se repiten y consolidan y otros evolucionan. Por otro lado, la posibilidad de coexistencia y constante aparición de proyectos innovadores puede ser contraproducente, ya que a veces prevalece la inmediatez frente a la calidad».

Cree firmemente que la fibrosis quística no es el único problema al que se le puede quitar hierro tratándolo con humor en lugar de esconderlo. Ella se ve incapaz de dibujar «algo demasiado trascendental» o «planos técnicos de arquitectura» pero, por lo demás, cree que la guasa «podría aplicarse a absolutamente todo. El humor soluciona cualquier problema».

Por Isabel Garzo

Isabel Garzo es periodista, escritora y asesora de comunicación. Es autora de las novelas, 'La habitación de Dafne' (Demipage, 2022), 'Los seres infrecuentes' (Editorial Pie de Página, 2016) y 'Las reglas del olvido' (Editorial LoQueNoExiste, 2013) y del libro de relatos 'Cuenta hasta diez' (Incógnita Editores, 2010).
@IsabelGarzo

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