Lo normal cuando un barrio se degrada y se hace inhabitable, al menos en este bendito país de bucaneros y pobres de espíritu, es pasar el bulldozer, recalificar y hacer magníficas torres de pisos, que ya sabemos la escasez de vivienda en la que nos hallamos sumidos. Si se convocara un concurso de ideas para la reutilización de esos espacios, brotarían soluciones con la misma profusión que la salmonela en los chiringuitos. Pero ya que nos ponemos, vamos a hacer las cosas de manera loquísima.
Un grupo de emprendedores estadounidense, del que solo se sabe que se hace llamar Z World Detroit, se halla inmerso en plena campaña de crowdfunding para recaudar fondos con el objetivo de crear un parque temático… ¡¡zombie!! El equipo creativo que hay detrás de la idea pensó que no era necesario invertir un pastizal en escenarios apocalípticos cuando, sin mucho esfuerzo, la ciudad de Detroit es ya un cristo a nivel de conservación de viviendas.
El proyecto, en esencia, contempla la adaptación de un suburbio abandonado de Detroit para disfrute de aquellos que tienen como afición ser perseguidos por jaurías de zombis. «Creemos que la situación pide algo más de creatividad que abandonar a su suerte estas zonas deprimidas», dicen en la web los creadores de la iniciativa.
The Z World pretende aprovechar los espacios y crear puestos de trabajo para la azotada zona tras la crisis del automóvil de finales de la década pasada. Cuentas las cerebros pensante que se han inspirado en el Proyecto Heidelberg, una instalación gigante de arte que ha transformado una calle del este de la ciudad.
Más allá de su concepción como parque temático, The Z World pretende ser una experiencia inmersiva. El equipo impulsor trabaja también las diferentes posibilidades narrativas, que podrían articularse en torno a una noche completa de actividades. «Es un caótico videojuego real y el más extraño ‘viaje’ de tu vida, todo en localizaciones surrealistas», cuentan.
La iniciativa ha recaudado solo 8.500 dólares de los 145.000 que los creadores creen necesarios para llevar a cabo el proyecto. Dadas las circunstancia, probablemente la cosa quede en nada pero, ¿os parece una manera válida de aprovechar espacios urbanos en desuso o es, por el contrario, una marcianada de mucho cuidado?