No está muy clara la diferencia entre un Día Mundial de Algo y un Día Internacional de Algo, por lo que en este artículo les brindaremos igual tratamiento.
Casi todas las enfermedades tienen un Día Mundial, en el que se supone que se recaudan fondos para combatirlas o se apoya su visibilidad. Pero hay otros días que son más pintorescos, como el Día Internacional de la Marioneta, que es el 21 de marzo y que coincide con el Día Europeo de los Archivos y con el Día Internacional contra la Discriminación Racial.
No debe de ser casual que el 20 de marzo coincidan el Día Mundial del Sueño (hay que estar sobado todo el día) con el Día Mundial de la Felicidad (a mi humilde entender, uno de los más estúpidos y dañinos, sobre todo si uno no es un desgraciado). Es una fecha ideal para suicidarse.
El 19 de enero es el Día Mundial de la Nieve, algo gracioso y pretencioso a un tiempo, y si no que se lo digan a los brasileños o a los venezolanos o a los egipcios, que jamás han visto nieve en sus países.
Uno de mis favoritos es el Día Mundial del Orgullo Zombie, aunque me produce cierta desazón comprobar que coincide con el Día Internacional contra el Cáncer (4 de febrero). Desafortunado solapamiento, sin duda.
Tiene retranca que el día de San Valentín, que ni es mundial ni internacional, coincida con el Día Europeo de la Salud Sexual (14 de febrero). Pero ¿quién decide estas fechas y estos enunciados? ¡Que se entregue! Lo curioso es que el día anterior (13 de febrero) es el Día Mundial del Soltero. Todo encaja, ¿no?
El 13 de abril es el Día Internacional del Beso; el 25 de mayo, el Día del Orgullo Friki, y el 26 de Junio, el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas… Y uno se pregunta: ¿y las drogas fiscalizadas por el Estado, como el alcohol, el tabaco y pronto el cannabis? Así pues, el 26 de junio hay que colocarse con lo primero que pillemos, y sin factura ni IVA, por favor.
Es gracioso que el Día Mundial del Árbol coincida con el Día Mundial del Orgullo Gay, el 28 de junio. ¿Será una casualidad? No lo creo.
El 18 de julio algunos nostálgicos patriotas españoles celebran con lágrimas en los ojos el Alzamiento Nacional que sumió España en cuarenta años de oscuridad… pero también, paradojas de la vida, el 18 de julio se celebra el Día Internacional de Nelson Mandela. Quizá sea la única persona que tiene el honor de disfrutar de un día internacional con su nombre y apellidos (aunque haya fallecido). ¿Se imaginan un Día Internacional de Francisco Franco? No, mejor, no se lo imaginen, no vayamos a dar ideas…
El 8 de agosto se celebra el Día Internacional del Orgasmo Femenino. Me parece estupendo, pero ¿qué pasa con el orgasmo masculino? ¿No merece una fecha de celebración? ¿No podría ser también el mismo 8 de agosto? El mensaje subliminal sería: «Todo el mundo a correrse el 8 de agosto, al menos una vez por persona». Eso son más de siete mil millones de orgasmos. La energía liberada podría paliar el famoso e incomprensible déficit de tarifa de las eléctricas. Tome nota, señora ministra.
Que el 15 de septiembre coincidan el Día Internacional de la Salud Prostática con el Día Internacional de la Democracia sugiere dolorosas connotaciones médicas y políticas (perdidas de orina, problemas de erección, falta de transparencia…).
El 5 de octubre es el Día Europeo de la Depresión. Nótese que no es contra la depresión, por lo que no sabemos si pretende fomentarla o combatirla. Y el 31 de ese mismo mes se celebra el Día Mundial del Ahorro, ignoramos si persigue que nadie consuma nada durante esas 24 horas o que todo el mundo se abra una cuenta en ING Direct. Lo curioso es que el 30 de noviembre es el BND (Buy Nothing Day) o Día Mundial de No Comprar Nada.
No puede ser que el 21 de noviembre coincidan el Día Mundial de la Filosofía con el Día Mundial de la Televisión. Estamos ante un oxímoron de proporciones cósmicas. ¿Qué tendrá que ver Wittgenstein con Belén Esteban?
El 11 de diciembre es el Día Internacional del Tango, sin que nos consten fechas mundiales para homenajear el house, la lambada o el reggaeton.
Dado que el año solo tiene 365 días (a veces cae uno de regalo, en los años bisiestos), es imposible acomodar en el calendario tantos Días Mundiales, porque no hay tantas fechas para tantas causas. Sin embargo, sería muy útil que la ONU celebrase el Día Mundial del Día Internacional (o viceversa), aunque sea para coordinar el calendario y evitar las incómodas y surrealistas coincidencias que hemos señalado más arriba.
Para terminar, recordaremos que aquí, en su día, se propuso el Día Internacional del Beso Negro sin que hubiera consenso respecto a la fecha. ¿Alguna sugerencia?
La elevaremos a la ONU.
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