La libertad de expresión recibió un puñetazo en la boca cuando el 26 de marzo el Congreso aprobó la Ley Mordaza. No importó que toda la oposición estuviera en contra. Ni que la ONU dijera que esta norma «amenaza con violar derechos y libertades fundamentales de los individuos» o que el Consejo de Europa la considerara «preocupante y desproporcionada».
La Ley de Seguridad Ciudadana entró en vigor el 1 de julio y ya se ha cobrado sus primeras víctimas: unas prostitutas de un polígono de Villaverde (Madrid) y un joven canario que escribió un comentario en Facebook sobre las nuevas instalaciones de la Policía Local de Güímar (Tenerife).
Desde su aprobación, la norma ha levantado muchas críticas e, igual que ocurrió el 15 de mayo de 2011, ha reunido a decenas de protestantes en una acampada en la Puerta del Sol. La #AcampadaMordaza se plantó ahí a principios de julio y 17 días después fue desalojada por la policía. Entonces fueron a Cibeles y de ahí han vuelto a Sol. No tienen prisa en disolverse. Lo único que les urge es tirar esa ley abajo.
Uno de los primeros días de protesta, un dibujante llamado Artsenal se acercó a la acampada. Vio que habían puesto en el suelo viñetas impresas en blanco y negro de Malagón, el Roto o Ferrán Martín sobre la Ley Mordaza y esto le dio una idea: organizar una exhibición colectiva para dar más visibilidad a este grupo de activistas. «Pensé que reunir un número considerable de dibujos y montando de forma organizada una exposición, aunque fuera en el suelo, podría servir como un elemento dinamizador para la acampada», indica el dibujante. «Invitar a los viandantes a ver una exhibición de ilustraciones, carteles y viñetas podría contrarrestar el miedo a acercarse a una protesta. Fui a la asamblea de la acampada y lo propuse».
La proposición fue muy bien acogida. Los acampados votaron y aprobaron la iniciativa. Ese mismo día Artsenal empezó a trabajar. «Me puse en contacto con los humoristas gráficos, ilustradores y diseñadores que conocía. A todos les encantó la idea y se sumaron al momento. Creamos la web Dibujandomordaza, lo movimos por e-mail y redes sociales con los hashtags #Dibujandomordaza y #AcampadaMordaza. También abrimos una cuenta de correo donde invitamos a que nos envíen más material», relata el ilustrador. «Muchos nos cedieron obras que ya tenían y otros han realizado dibujos para el proyecto. Hoy hay más de 60 dibujantes y lo que más me ha sorprendido es que se han sumado ilustradores que antes no habían participado en ninguna acción activista».
Entre ellos están Malagón, Ferrán Martín, El Koko Parrilla, Javi Royo, Angry Flower, Fer, Xpresando, Atxe, Eneko, Igepzio, Kevin Corner, Leandro Barea, Padylla, El Sumo de Naranja, Pepe Farruqo, Diana Cuéllar, M.S. de Fruttos, Le Raúl, J. Morgan, Jorge de Juan, Belén Tulla, El Chico Triste, Merluzo, El Petardo, J.R.Mora, Litoral gráfico, Skakeo, Iñaki y Frenchy, La Rata Gris, Dani Gove, Tine, Dibujante Indignado, Un Mundo Feliz y también Artsenal.
Todavía dedicarán un tiempo a seguir reuniendo dibujos. Después, el colectivo de dibujantes organizará la muestra junto al lugar donde esté entonces la Acampada Mordaza. Las viñetas se expondrán en láminas de 70 por 100 centímetros, sobre un cartón, y estarán expuestas en el suelo porque, según Artsenarl, no está permitido colgar objetos en la calle.
«Es una forma de llamar la atención y hacer la protesta más amable. Por coherencia con su filosofía, no vamos a pedir permiso a las autoridades para montarla. Pretendemos que sea un acto más de desobediencia a una ley impuesta sin consenso y con el rechazo de la oposición, de instituciones defensoras de derechos humanos, ONG, asociaciones de jueces y abogados, movimientos ciudadanos y de la inmensa mayoría de los ciudadanos», comenta. «Mientras tanto, la exposición virtual está abierta en la página Dibujandomordaza. Es otra forma de lucha contra la Ley Mordaza y la mantendremos activa hasta su derogación».
Dibujandomordaza es también un homenaje a los activistas que no tienen miedo de trasladar su hogar y su vida por unos días a la dureza de la calle. «Estas personas son muy valientes», asegura Artsenal. «El miedo a ser identificados o sancionados se ha convertido en un factor determinante en la participación de la ciudadanía en actos de protesta o desobediencia. Es el tipo de mordaza que el gobierno nos ha impuesto con su ley: el miedo a la multa, a las listas negras y a la sanción administrativa sin control judicial».
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