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El ingrato oficio del periodismo local


Prima de riesgo. Eurogrupo. Troika. Son palabras que resuenan en los medios generalistas a diario. Términos que dominan la agenda informativa. Miramos hacia los grandes temas nacionales e internacionales con interés pero ¿es posible que este afán por estar al día de lo macro nos está llevando a prestar menos atención de la que merece a la información local?

“Es igual de significativo saber qué pasa en Bruselas como estar al tanto sobre lo que se está cociendo en la cámara de comercio de tu ciudad o las redes económicas que se generan alrededor del ayuntamiento. Es información que la gente tiene que saber para evitar que nos metan goles por la puerta de atrás”, explica Santos G. Monroy.

Algo sabe de este tema Monroy, que lleva más de 5 años al frente de Miciudadreal.es, un medio de comunicación digital que destaca por su indepedencia de colores políticos aunque serlo aboque a sus integrantes a tener que hacerlo por amor al arte. “Es nuestro hobby. Ser crítico con el poder es muy malo para tu cuenta de resultados”, comenta entre risas este periodista de Puertollano.

En su currículum y el de sus compañeros figura haber sido uno de los primeros en ser críticos con el aeropuerto de Ciudad Real cuando aún era un proyecto. “Todo el mundo pensaba que era un gran idea pero nosotros empezamos a identificar intereses turbios detrás del plan”. Monroy también empezó a hablar muy pronto de los problemas con la fundación Virtus, “donde desaparecieron millones de euros de los que todavía hoy no se saben dónde han ido a parar”. La fundación se acabó cerrando hace unos meses.

Lejos de catapultar la página al éxito, meterse en temas incómodos para el poder de turno ha llevado a Miciudadreal.es a apenas tener publicidad en una región donde algunos medios en las vacas gordas llegaron a percibir un “80% de su presupuesto de las subvenciones”.

Seguir los valores del periodismo lejos de beneficiarles ha sido más bien un billete para el ostracismo. “Cuando me encuentro con algunos políticos por la calle me ‘echan la bronca’. Les intento explicar que criticar no significa que tenga algo en contra de ellos, pero sin mucho éxito. Un alcalde que prefiero no nombrar me llamó gilipollas en público aunque luego se disculpó”.

En otros casos se han convocado ruedas de prensa para desprestigiarlos. “Cuando empecé a escribir sobre un plan urbanístico del empresario Domingo Díaz de Mera, dueño del equipo de balonmano de Ciudad Real, organizó una rueda de prensa con el equipo en la que me tacharon de sinverguenza. Ahora ha salido a la luz que tenía una relación muy estrecha con Urdangarín”.

Según Monroy, el mismo De Mera era dueño de una televisión y un periódico al servicio de sus intereses y los de Barreda, ex presidente de la comunidad, “fueron compañeros de colegio en su infancia. Cuando llegó De Cospedal, decidió irse a otra parte. Es imposible hacer periodismo independiente en esta situación. Se acabó haciendo información basada en el seguidismo de la misma forma que los grandes medios no hablan mal de empresas como La Caixa”.

Monroy define su trabajo como lo opuesto a un “periodismo hooligan”, que considera que cada vez tiene más influencia en nuestra sociedad. “Ese que jalea a los partidos que más reprensentan sus intereses. El periodismo de trinchera que se coloca en una red clientelar para asegurar su financiación. Formado por periodistas yuhu que solo hablan de lo bien que va todo. Cuando lo que tienen que hacer los medios locales es actuar como fiscalizadores. Ser un muro de contención contra la impunidad. Un periodismo honesto más que objetivo, porque creo que la objetividad total no existe”.

«Cuando criticábamos al PSOE nos situaban en la órbita del PP solo por hacer nuestro trabajo. Nada más lejos de la verdad. Ahora que han llegado al poder seguimos siendo muy críticos».

Como consuelo le quedan entre 70.000 y 80.000 visitas que recibe su página cada mes de personas comprometidas con tener “una perspectiva independiente sobre lo que ocurre en la región”.

En un lugar de la mancha…

Las historias que Monroy ha desvelado a lo largo de los años son solo una réplica a escala más pequeña de desmanes que se han reproducido a lo largo y ancho de la península. “Llegamos incluso a tener una propuesta de un grupo de Las Vegas para hacer un casino en la zona de Ciudad Real. Al final no se fiaron a pesar de que se invirtió mucho dinero. La zona donde se iba a proyectar parece un paisaje lunar”.

Aunque tenga que hacer otras actividades para ganarse la vida, Monroy no piensa dar tregua. Lejos de quedarse tranquilo por el final de un “gobierno socialista que se había convertido en algo completamente corrupto y clientelar”, el nuevo gobierno tampoco le da muchas esperanzas.

“Una cosa es redimensionar las instituciones públicas en una región donde casi el 30% de las personas era funcionaria y otra es ser kamikaze y pretender que en un año vas a bajar el déficit del 7% al 1,2%, que es lo que quiere hacer con enormes costes sociales. Están acabando con cosas que funcionan. Cosas que dan valor a la sociedad aunque no sean rentables. Estamos en una senda muy peligrosa obsesionada con los números en vez de las personas”, dice en referencia a las políticas de De Cospedal.

“Como siempre, los ciudadanos son los que más perjudicados de todo esto. Como podéis ver. Tenemos trabajo para rato”.

Foto 1: Open Source Way

Foto 2: Aeropuerto de Ciudad Real, Africa Twin Wikimedia Commons

Por Marcus Hurst

Marcus Hurst es Cofundador de Yorokobu y Redactor Jefe de Ling Magazine. Puedes seguirle en @marcushurst

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