Hubo un tiempo en el que la tecnología era lamentable. Aún más. No existía internet, los videojuegos tardaban diez minutos en cargar mediante una cinta de casete que, en muchas ocasiones fallaba y las películas de vídeo se veían mal. Adorábamos toda esa mierda.
Un anónimo aficionado a esas propuestas tecnológicas y estéticas decidió que era indispensable crear un gran archivo de imágenes que enseñen a las generaciones que vienen el encanto del VHS y el resto de soportes magnéticos que recogían todo el conocimiento del ser humano.
The Unholy Magnetic Union en un gran contenedor de imágenes extraídas de cintas de vídeo que dan una idea muy cercana a la exactitud del maravilloso gusto de mierda que teníamos hace tres décadas.
La cantidad de capturas es apabullante, tremendamente divertida y adorablemente ridícula. Además, desde la web están abiertos a colaboraciones de los lectores. Si tienes aún guardados los vídeos con los especiales de nochevieja de Martes y Trece o la final de baloncesto de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles puedes, por fin, compartir ese contenido con el mundo.
De hecho, en la web insisten en que cuanto peor, mejor. «Si no parece un VHS, no lo envíes. Cuantos más efectos visuales haya en la toma, mejor». Por la gloria de los soportes magnéticos.
Gracias a Daniel Blanco Sentis por la pista.
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