He desayunado en un bar, es decir, sé lo que pasa en la calle, de lo que habla la gente y las inquietudes que les perturban. Podría ser tertuliano televisivo sin esfuerzo aparente. He constatado que a nadie le importa un carajo la encuesta de estimación de escaños en Cataluña que ha aparecido en las últimas horas en La Vanguardia, pero como Yorokobu nunca se caracterizó por estar al cabo de la actualidad, aquí viene un análisis poco riguroso y nada exhaustivo de las cifras más relevantes.
El partido presidido por Nick Frost Oriol Junqueras aprovecha el empujón soberanista catalán para afianzarse como el más serio rival de CiU en la carrera para usar los mejores cuartos de baño del Palau de la Generalitat. Junqueras fue visto de esta guisa esta misma mañana cuando ababa de terminar de repasar la portada de La Vanguardia.
Maldito sea el día en el que Artur (con énfasis en la u y no en la a) Mas se levantó rumboso y con ganas de urna. En aquellas elecciones perdió 12 escaños con respecto a las anteriores, solo dos años antes. Según la encuesta, la tendencia se prolongaría en el tiempo y la coalición peor avenida a ese lado del río Pecos perdería más de una decena de diputados. En la foto, Bill Murray en el biopic de Mas «Qui em mandaria a mi», Gran Premi del Públic del Festival de Cine de Sitges .
Si bien, como decía Neil Young, es mejor quemarse rápidamente que palidecer progresivamente, PSC y PP continúan con su suave sangría (chascarrillo patrocinado por #MarcaEspaña) hacia la gran derrota final. Vale que el PP nunca tuvo demasiada relevancia allá donde se toman las decisiones, pero de un partido que hasta hace nada estaba firmando leyes como es el de los socialistas se espera algo más que, bueno, que nada.
En esos momentos en los que nada sale bien, ni siquiera lo de darle una patada a la pizarra que muestra los números de las encuestas, lo mejor es pensar si no es mejor replantearse los objetivos y, sobre todo, los métodos para conseguirlos.
4.- Más competencia entre los toppings.
Son las salsas que aderezan cada gobierno, esos partidos que dan un poquito de alegría a la parte gorda del helado. ICV, Ciutadans y CUP deshojan la margarita para ver a qué árbol se arriman una vez que los resultados en las urnas no otorguen la mayoría absoluta a ningún contendiente.
Destaca, por novedosa, la halagüeña perspectiva del CUP, que doblaría su número de escaños, posibilitando que haya así algunas corbatas menos entre los candidatos electos. Sí a la camiseta de color y sí a la urticaria por rechazo de los políticos «profesionales».
Rosa Díez imposta sonrisa para disimular el disgustazo por no estar en esta salsa. Y sí, todo esto era una excusa para poner el GIF de Patricio.