De Galicia tomaron los pimientos de padrón, las galleguiñas, las nécoras y los peliqueiros. De allí tomaron la inspiración porque allí nacieron. Y después de convertirse en diseñadoras gráficas, Elena Taboada y Ani Desmonts, volvieron a sus orígenes y lo miraron desde otro prisma. Dejaron de ver los pimientos de padrón y las nécoras como una tradición y los convirtieron en el estampado de unas telas y una colección de camisas.
“Nuestros estampados se inspiran en la iconografía gallega, tan rústica ella, y le damos un giro (¡un ‘twist’!) transformándola en algo delicado y bonito. Así nacen nuestros patterns de pimientos de padrón, galleguiñas, nécoras y peliqueiros. A todo el mundo le gusta comer pimientos de padrón pero, ¿por qué no llevarlos puestos sin perder el ‘chic’?”, indica Desmonts.
Para hacer todo esto crearon una firma: boTwist. Las diseñadoras decidieron que la elaboración de los productos sería metículosa y que la producción no acabaría en el lejano Oriente. “Nuestros tejidos son 100% algodón. Nuestra colección es pequeña y, por eso, muy cuidada, pero ya se sabe que esto último supone un problema a la hora de producir en nuestro país. A pesar de ello, hemos luchado para ofrecer un producto 100% made in Spain y apoyar así a los proveedores locales”, especifica la también interiorista.
“Producimos íntegramente en España y nos sentimos muy orgullosas de ello, porque así tenemos un control total de lo que hacemos y, además, contribuimos a mejorar la economía del país. Pero hay que decir que a las pequeñas empresas nos lo ponen muy difícil para trabajar aquí”, añade.
La idea llevaba tiempo dando vueltas. Las dos dejaron su lugar de origen para estudiar en Madrid, pero, según cuenta Desmonts, “de alguna forma, queríamos seguir en contacto con Galicia”. “Muchas veces se asocia el norte al País Vasco o Cantabria y se olvida que en esta región también hay muchas cosas de calidad. Nosotras queríamos hacer un homenaje a Galicia. Queríamos, sobre todo, hacer algo divertido en su honor, y nos pareció que la mejor manera era coger esos iconos tan populares y folclóricos, y convertirlos en algo distinto, delicado y ponible”.
La idea seguía ahí. Y el tiempo llevó a Desmonts a Barcelona y dejó a Taboada en Madrid. La primera había trabajado como interiorista y la segunda como publicitaria hasta que acabaron girando el timón y se encontraron de nuevo en el diseño gráfico.
Hace un año la idea empezó a tener forma táctil. “Teníamos nuestros trabajos pero, en paralelo, estábamos lanzando esta marca de ropa para niñas. Las dos, curiosamente, estábamos embarazadas de dos niños”, comenta.
“Este proyecto nos mantiene vinculadas a nuestra tierra. Nos encantan los tejidos y las texturas agradables, y nos chifla diseñar estampados, así que hemos mezclado las dos cosas y hemos empezado por una colección de camisas para mujeres, niñas y mamás”, añade.
La colección se vende en su página web y en portales internacionales como Babyccino Kids. “El año que viene estaremos en tiendas seleccionadas de todo el país”, comenta. Esta vez no llegaron a tiempo para la colección de verano porque el lanzamiento se simultaneó con sus respectivos trabajos y sus respectivos embarazos. “¿Os imagináis a dos chicas embarazadas buscando proveedores de estampación de polígono en polígono? Los ataques de risa hicieron mucho más llevadera la dificultad de encontrarlos”.
Dice Desmonts que no conocen un proyecto similar. “Por eso”, asegura, “nos apeteció probar a ver la reacción de la gente, y de momento está siendo mucho más positiva de lo que habríamos imaginado jamás”.
Las telas de los pimientos de padrón y las nécoras han resultado ser las preferidas. “De momento, nuestras clientas están encantadas con la idea de las camisas, pero nos piden constantemente diseños también para niños porque, de momento, hemos arrancado solo con niñas. Lo que no vamos a hacer nunca es venderlas sin confeccionar. boTwist diseña los estampados y confecciona el producto hasta el final”.
Una filosofía de principio a fin. “Diseñamos los estampados, el modelo de camisa y buscamos el tejido que mejor se adapte y más nos guste, siempre con fibras naturales”, explica. “También nos ocupamos de la fotografía, el diseño de la gráfica, la página web… Absolutamente todo ha salido de nosotras. No se ha subcontratado nada más que la estampación y la producción de las prendas, claro”.
Los pimientos son solo el origen. “Se nos ocurren estampados constantemente. Nos encanta trabajar en ellos y, de hecho, ya tenemos nuevos diseños. Otra cosa es poder producirlos. Estampar en nuestro país es muy costoso. Tenemos que ir poco a poco, ver qué tal funciona esta colección…”.
Y Galicia ni es el límite ni es la frontera. “Es nuestro punto de partida”, indica la diseñadora, “pero nos encantará inspirarnos en otros lugares y ampliar la colección”.
