Categorías
Entretenimiento

Los festivales de música son un bosque de penes

El principal problema es no reparar en los problemas. Por eso, de los cientos de miles de personas que han asistido a festivales indies en los últimos años, muy pocos se habrán percatado de la ausencia de equilibrio de género en los carteles. Los festivales son, por diversos motivos, un bosque de penes más frondoso que la jungla amazónica.

La web musical El Perfil de la Tostada ha hecho un ejercicio muy ilustrativo. Han limpiado los carteles de varios festivales de toda banda que no tenga entre sus integrantes a una mujer. Lo que era la jungla amazónica se ha convertido en el desierto del Kalahari, en un páramo en el que destacan, en el mejor de los casos, ocho bandas o solistas.

Ana Isabel Cordobés, la periodista que firma la información en El Perfil de la Tostada, explica que la idea surgió porque «iba siendo cada vez más consciente de que pocos de los grupos que aparecían en los carteles tenían una mujer en su composición. Estaba pensando en ámbitos musicales donde las mujeres estuvieran invisibilizadas, ya que las denuncias por actitudes machistas o condescendientes son bien sabidas y ya hay proyectos sobre ello. Por eso, queríamos hacer algo muy gráfico e impactante y pensé que un ámbito que nosotros tratamos especialmente como los festivales podría ser un buen punto de partida».

[interpost_ad id=»196168″]

La periodista explica que otra de las fuentes de inspiración son los Micromachismos de ElDiario.es. «Me encantó ver que una cabeza visible de la música nacional como Eva Amaral contara los entresijos que hay en la producción musical. Decía que los aspectos más técnicos de la música dependen del hombre y los cambios a realizar deben llevar la aprobación del hombre, pero no la suya», indica. «Al final (y creo que no soy de un grupo minoritario) a veces tienes que cerrar los ojos, respirar profundamente y pensar que lo que produces, lo que haces, te genera más satisfacción que la frustración que te provoca encontrarte con gente así en el camino. Todo al mismo tiempo en que luchas por visibilizar estas cosas, que vas llevando el feminismo a todo lo que haces y muestras pequeños comportamientos que, aunque puedan parecer inocentes, esconden tras de sí un problema de machismo enquistado en la sociedad».

El juego de Cordobés comenzó por un festival al azar. Los resultados le sorprendieron tanto que continuó rascando. Así, se dio cuenta cómo en el Viñarock quedaban sólo cuatro formaciones, dos en Arenal Sound o una en el FIB, si bien este último sólo ha confirmado a doce bandas.

En el lado contrario, Sonorama Ribera suma ocho nombres en su cartel con presencia femenina de un total de 31 bandas, un porcentaje ligeramente superior al 25%.

Las causas y los hechos no se alejan demasiado de los que castigan al mundo de la empresa ‘convencional’. La periodista afirma que no todo el problema es que no existan muchas mujeres que escriban o hagan música. En muchos casos, estando presentes, se las minusvalora como «mujeres de» o «madres de» en las fajas de los libros. En otros casos peores, directamente se las invisibiliza.

Ana Isabel Cordobés tiene la sensación de que hay géneros, como el pop, en los que la presencia femenina es algo mayor «o al menos son más visibles que en otros estilos como el punk, el rap o el rock: Anni B Sweet, Rozalén, Eva Amaral, Belly en Dorian. Pero al final todo es un tema de visibilizar y del propio consumo de la música. Reconozco que consumo en su mayoría grupos o cantantes masculinos, que entre mis grupos favoritos son casi todos hombres. Pero también es cierto que si al encender la radio lo que escuchas son casi todo grupos masculinos, acabas consumiendo eso. Es una espiral infinita», lamenta.

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

2 respuestas a «Los festivales de música son un bosque de penes»

En cuanto a público creo que la cosa está más equiparada, en mi entorno conozco más festivaleras que festivaleros….

El festival Bioritme es uno de los pocos que intenta incluir a mujeres en su cartel, se tiene que agredecer la verdad. De todas formas yo me pongo triste al ver estas imagenes, te das cuenta de la realidad…

Los comentarios están cerrados.

Salir de la versión móvil