A muchos les emocionan las flores. Pero a otros, en lugar de a rosas, les huele a rancio el mero hecho de pensar en regalarlas. Eso de comprar flores, piensan, es cosa del pasado.
«¿Del pasado? Las flores y las plantas son totalmente atemporales». Lo creen así los organizadores de Flors al Mercat, un mercado en torno a las flores y plantas que tendrá lugar el próximo 19 de mayo en Barcelona.
«Comprar flores no pasará de moda nunca, y por suerte se está asentando la idea de que no hace falta esperar a que alguien te compre flores», comentan. «¿Por qué no comprarte flores para ti? También creemos que flores y plantas van a estar cada vez más presentes a medida que la ecología y la sostenibilidad van (por suerte) ganando terreno en nuestras conversaciones del día a día».
«A medida que la humanidad se concentra en las grandes ciudades, las flores (y plantas) son algunas de las mejores maneras de rodearnos de la naturaleza que estamos poniendo tan en peligro a nivel mundial».
«Es por ello que la flor es aún más importante ahora que antes. Además del olor y la alegría que proporciona, y de ser ese regalo especial de un amigo, amante o familiar, la flor es un símbolo de lo urgente e imprescindible que es volver a acercarnos (y no volver a alejarnos jamás) de las plantas, el verde y la naturaleza».
Lo cierto es que el negocio de las flores ha cambiado mucho en los últimos tiempos. Ya no funciona la simple floristería que te vende un ramito el día de la madre y santas pascuas. La cosa se ha sofisticado.
Las ventas online de este tipo de productos son cada vez mayores. Incluso hay plataformas a las que te puedes suscribir para recibir tus ramos periódicamente. Pero no solo sirven de adorno.
Hoy podemos comer flores, teñir tejidos con ellas, usarlas en la elaboración de cerveza y como hidratante para la piel; pueden curarnos y pueden ser la excusa para crear comunidades recuperando espacios para la ciudad.
«Las flores y plantas de nuestros balcones mantienen la biodiversidad de las ciudades, purifican el aire, embellecen los edificios y las calles, ayudan a las abejas a polinizar y crear rica miel y alegran el alma», apuntan desde la organización de Flors al Mercat.
«Si vamos más allá, ¿por qué no tener nuestro propio romero o menta fresca para añadir a nuestros platos? ¿Y unos tomates y unos calabacines? Así es como empieza el consumo de producto Km0».
«Hemos aprendido durante estos últimos meses hablando con cientos de proyectos florales y de jardinería que este sector está evolucionando sin parar y a gran velocidad, adaptándose a los nuevos tiempos y consumos, y a las nuevas tecnologías», aseguran desde la organización de Flors al Mercat.
Históricamente, las mayores consumidoras de flores han sido las mujeres, sobre todo de entre 25 y 65 años. Pero parece que la tendencia empieza a cambiar.
«Estamos casi en 2020, y en Barcelona, en Sant Jordi, es más y más común darle la vuelta a la tortilla y regalar la rosa a un compañero y un fanzine punky a la amiga», explican los organizadores.
«Además notamos que hay un público cada vez más joven que se interesa por el mundo de plantas y flores, ya sean cortadas o cultivadas en balcones, macetas o incluso en huertos urbanos».
Flors al Mercat nace como plataforma que pretende «hacer crecer la cultura de la flor y aprender iniciativas de sostenibilidad urbana». Busca conectar con un público que tiene curiosidad y ganas de aprender sobre todo lo relacionado con las distintas aplicaciones y usos de las flores y plantas.
Durante la jornada se podrá aprender sobre proyectos que trabajan para mejorar los espacios en los que vivimos, la calidad del aire, la educación medioambiental…
Para ello, se han organizado cuatro talleres en torno a la cultura de la flor, dirigidos a adultos, que tendrán como objetivo conocer las técnicas y procesos relacionados con la flora: cómo hacer nudos básicos de macramé; crear maceteros colgantes; teñir tejidos con flores, plantas y raíces; los pasos a seguir para la creación de un huerto de plantas aromáticas; diademas florales; y aprender a trabajar con flor preservada. A esto se añadirá una zona de intercambio de esquejes.
«Los 30 artesanos que forman parte del Flors al Mercat, se nutren de la flora y la botánica para crear infinidad de productos y emociones», explican los organizadores.
«Por ejemplo, Mamita Botanical recolecta localmente flores y plantas silvestres para crear productos de belleza naturales. Bas, ganadores del Premi Artesanía 2016, traerán su torno y sus preciosas macetas de cerámica. Conchita Plasencia aportará sus textiles para el hogar, pintados a mano. Pero también contamos con ilustradores, editoriales, decoración, inciensos naturales, arreglos florales…».
Tampoco faltarán las iniciativas que trabajan para que el impacto del ser humano en el medio ambiente sea cada vez menor, incluso en las ciudades. Educambient y Sembra Natura han organizado muchas actividades para niños y familias que se desarrollarán en ese sentido.
Los más pequeños aprenderán a plantar, podrán observar insectos, rocas y flores a través de un microscopio, podrán jugar con juguetes creados con materiales reciclados…
«No faltarán Barcelona Honey Fest, el festival que anualmente celebra la abeja y su importancia, ni Sobres Mestres, que estará dando a conocer su iniciativa de cocinar con alimentos recuperados», ya que no tirar comida es la mejor manera de mejorar la sostenibilidad alimentaria, completan la información los organizadores.
Hacer más sostenibles nuestras ciudades es posible, y depende, en primera instancia, de cada uno de nosotros.