Todos tenemos ojos para ver qué nos rodea. Todos tenemos una historia que contar. Ahora, todos llevamos encima una cámara de fotos y podemos compartir historias que, de otra forma, habrían quedado ocultas en un rincón de nuestra memoria. Bajo esas premisas, el desarrollador costarricense Diego Barracuda ha creado Fotorietas, un almacén de historias hiladas con imágenes que valen más que un millón de palabras.
Diego Barracuda siempre ha sido amante de una historia bien contada. Bien desde su blog o a través de su cámara, el costarricense se aferraba a la narrativa «como una forma de relajarme y de ejercitar mi creatividad».
Barracuda tomó conciencia de que los ciudadanos de todo el mundo están compartiendo historia en redes sociales constantemente. Así se le ocurrió construir un lugar en el que reunir aquellas que, a través de la fotografía cotidiana, explican la realidad que rodea a las personas. «Fotorietas no es una exposición de fotografías creadas sólo por profesionales, su objetivo principal es contar historias», señala. «Se pide cierto nivel de calidad en cada parte de la Fotorieta (fotos y texto) pero no es necesario ser un profesional de la fotografía o un escritor reconocido».
Fotorietas también está abierta a la poesía visual, a cuentos, a ficciones impostadas, pero básicamente es un reflejo de la vida diaria de sus usuarios. El proyecto se encuentra en una fase inicial. Para Barracuda, la prioridad es ahora mismo recopilar el máximo número de historias posible. «A partir de ahí, de acuerdo a la respuesta de los participantes y los lectores, se pueden crear nuevos proyectos derivados como exposiciones offline o publicaciones en papel», declara el centroamericano.
Como cuenta Barracuda, la plataforma está aún en desarrollo. Comenzó permitiendo que los textos fuesen citas de otros autores. Ahora, sin embargo, solo permiten textos originales. «El siguiente paso es que los participantes se puedan registrar e ingresar su Fotorieta ellos mismos».
De cómo se pueden ver las cosas (Fotos y texto: Ana María Blanco)
Tres formas de ver las cosas.
Con los ojos.
Con los cuentos.
Con un lente.
Y con la luz.