Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón (dejémoslo en Froilán, que ya es como de la casa y además, según Carmen Duerto, periodista de La Razón, simpatiza en estos tiempos de recortes y corrupción de sobre americano con las ideas de Pablo Iglesias y su ad eternum Podemos).
El sobrino mayor del rey Felipe VI, ‘El Impuesto’, le ha salido revoltoso. Es un culo inquieto que a sus 16 primaveras lleva tiempo dejando perlitas de humor y rebeldía en su curriculum… El chico apunta maneras. No le gusta estudiar, tiene dotes para las relaciones sociales y las públicas, aunque su madre no le deje desarrollar estas últimas en la Joy, fábrica de niños light.
Tiene guasa que este joven más campechano que ‘el Juancar’, con patrocinio involuntario de Lacoste y amante de la buena vida, apoye al partido en boca de todos menos de la televisión pública. Esperemos que no sea una falsa alarma de la periodista o un desliz del propio miembro de la realeza, encantado con la elocuencia de Pablo Iglesias. Está en la edad del pavo, pensarán algunos, pero ¡qué diantres!, démosle una oportunidad de que se exprese y aporte su granito de arena a un proyecto que, si sale bien, dejará España que no la reconocerá ni la madre pandereta que la parió.
No podrá votar en 2015 y tampoco si Rajoy adelantara a hoy, último mes de este «otro año que no salimos del atolladero», unas elecciones que pedimos desde las urgencias de un hospital con enfermos –ciudadanos, no lo olvidamos–, acostados en los pasillos. Con la de dinero negro que guardan los ladrillos de Génova… Pero parece que no está por la labor de hacernos caso, ni siquiera al juez Ruz.
Demos tiempo al tiempo mientras Froilán madura la idea de dejarse una cola de caballo a lo afro, y ayuda, en caso de que las encuestas le den la razón, a Podemos en el gobierno. Quién sabe si en unos pocos años forzará a su tío, empeñado en modernizar una monarquía trasnochada, a dar un paso al frente y nos sorpenda con un referéndum para adivinar el sistema de Estado que de verdad queremos.
Por intentarlo, que no quede. Y si no consigue convencer a los de Podemos, que vaya pensando si no sería mejor ir de freelance –acoquinando 270 euros al mes–, que este joven con carisma y ricillos de travieso esconde un órdago a la grande de atarse los machos. De coronar La Moncloa habrá fiesta asegurada y barra libre de salón en la bodeguilla donde el otro Felipe –ese que se aburre en los Consejos de Gas Natural–, soñó con una democracia, hoy minoritaria, caduca, de clases y puertas giratorias. Encarguemos el frac o vestido de gala y froilemos.
Nota del editor: No hemos podido averiguar quién es el autor de la imagen de portada de este artículo. Si alguien lo sabe, que se manifieste para poder enmendarlo.
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Estos artículos, escritos por PARECE DEL MUNDO TODAY, son interpretaciones ficticias y humorísticas de noticias reales que aparecen en medios de comunicación.
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