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El superhéroe de Giulia

Cada actividad tiene sus consecuencias. Cuando alguien devora cómics desde pequeña puede ocurrir que vea superhéroes por todas partes. En el caso de Giulia Pex, eso fue lo que ocurrió. Veía superhéroes regando el jardín, veía superhéroes que iban a trabajar por la mañana y veía superhéroes sentados en la mesa a la hora de la cena. Ese superhéroe era siempre su padre y Giulia ha querido rendirle homenaje con un proyecto en el que funde ilustración y fotografía.
[pullquote align=»right»]»Es una unión del mundo real y el de la imaginación», dice Pex[/pullquote]
Giulia Pezzato comenzó a dibujar debido a su timidez. Le costaba mucho menos contar lo que sentía tirando de garabatos. Era una niña callada que pasaba las tardes pasando páginas de cómics de DC o Marvel. Ahora no es mucho más mayor. Cuenta 21 años. Pero es ella la que dibuja capas y antifaces, vehículos imposibles y situaciones fantásticas.
Pex quiso fundir lo cotidiano, lo que veía en casa, con esta ficción llena de aventuras. La italiana tenía que desarrollar un proyecto para la escuela de arte en la que estudiaba -ahora está ampliando su formación en fotografía en Milán-. Trataba acerca de su familia, «pero me di cuenta de que mi padre era perfecto por sí mismo». Fue así como quiso expresar lo que muchos niños sienten: que su padre es capaz de hacer cosas imposibles, de sacrificarse hasta el extremo por el bien de los demás. Tenía al héroe en casa.
Pex ha utilizado para su familiar homenaje una técnica que ya había empleado anteriormente. «Mezclar ilustración y fotografía es algo natural para mí. Se trata de unir mis dos pasiones y creo que funciona muy bien para expresar lo que me pasa por la mente», explica. «Es una unión del mundo real y el de la imaginación».




 

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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