Los once años que lleva Verònica Fuerte en la cosa esta del diseño le han dado, más allá de un buen puñado de trabajos vibrantes, para dar con un método de exploración: el de la prueba y error. No es que no haya método, es que se va descubriendo cada día.
Fuerte comenzó en su Hey Studio barcelonés sin saber cuál era su espacio. Ha ido remando hasta su propia definición de estilo propio: «el lugar en el que te sientes más cómoda».
La diseñadora estará este finde semana en el madrileño festival de diseño Brief –entradas aquí– repasando su trabajo y compartiendo algunas de las lecciones más importantes que ha aprendido en su trayectoria en Hey.
«En 11 años, Barcelona ha cambiado y, en consecuencia, eso afecta directamente al diseño. Es una ciudad cada vez más abierta y un hub creativo y tecnológico para muchas empresas». Para Fuerte, la ciudad en la que reside no es la única que ha utilizado el diseño como herramienta de prosperidad. «Hay varias ciudades que han conseguido este cambio empezando por la creatividad: Melbourne, Zagreb o Singapur son tres ejemplos».
Dice Fuerte que, como diseñadores, y «con tantos inputs a tu alrededor estamos constantemente influenciados. Es una sensación global. Mi estilo está directamente influenciado por el estilo modernista».
Los demás te hacen mejor. Fuerte necesita ponerse metas, objetivos. «Intentar colaborar con gente que aporte a tu trabajo para que con la suma aprendas y te sorprendas de dónde has llegado».
«Robo una frase a Paul Rand: Design is so simple, that’s why it is so complicated».