Desde hace unos años campa por la red una subcultura de hombres misóginos que crecen y se alimentan de su odio a las mujeres. Están, sobre todo, en Estados Unidos y Canadá. En la prensa de esos países es fácil encontrarlos. Los periódicos intentan descifrar quiénes son y a veces, incluso, tienen que llevarlos a los titulares de las noticias como protagonistas de un atentado.
¿Quiénes son?
Hombres, en su mayoría blancos, heterosexuales, vírgenes, misóginos, racistas y rabiosos.
Son célibes involuntarios (involuntary celibate).
¿Qué les pica?
Odian a las mujeres, a los hombres atractivos y al mundo en general.
Culpan a las chicas de su soltería y de permanecer vírgenes.
¿Qué hacen?
Hablan en foros de su frustración por no ser deseados.
Muchos se reconocen como «poco atractivos e ineptos sociales».
Aunque esto les despierta un sentimiento de superioridad machote y el deseo de dominar y someter a las mujeres.
Más que sexo, buscan la supremacía masculina.
¿Qué es lo más gordo que han hecho?
Asesinar.
En 2014, Elliot Rodger, poseído como un loco con una pistola y un cuchillo, mató a 6 personas e hirió a 14 en California (EEUU). Después se pegó un tiro en la cabeza.
Era su declaración de «Guerra contras las mujeres» por privarle de sexo.
Fue un «castigo».
En 2015, Christopher Harper-Mercer mató a balazos a 9 personas en una universidad de Oregón (EEUU).
Dejó escrito un manifiesto a favor de Rodger y un lamento por su virginidad.
En 2018, Alex Minassian arrolló con una furgoneta a decenas de personas en Toronto.
Mató a 10 e hirió a 16.
Antes escribió en Facebook: «¡La rebelión Incel ha comenzado!».
¿Cuántos son?
No hay cifras.
No hay afiliados, no hay sedes.
Hay decenas de miles de hombres alimentando estos foros digitales.
¿Qué tendencias políticas les van?
En su mayoría, son ultraconservadores.
Pregonan la supremacía del hombre blanco y detestan la libertad sexual.
Se muestran autoritarios y sus foros están repletos de fantasías violentas.
¿De dónde salió su nombre?
En 1993, una mujer canadiense, Alana, creó un foro para personas solteras llamado Incel. Hoy, al ver a los individuos que se han apropiado de esta palabra, dice:
«Me siento como el científico que descubre la fisión nuclear y después ve que la están usando como arma de guerra».
Fuentes:
The Guardian
The New Yorker
The New York Times