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¿Y si tu única preocupación fuera viajar a Japón y contarlo?

El covid-19 llegó como el amor en la canción Bamboleo: «así de esa manera. Uno. no tiene la culpa». Y fue, efectivamente, un bamboleo.

El tsunami ha obligado a replantear muchas parcelas de la vida y algunas tendrán un sentido positivo como el teletrabajo. La forma de trabajar que teníamos antes del 11 de marzo de 2020 murió para siempre y, a poco que uno sea optimista, será para mejor.

Luis Rodríguez y Laura Tomàs son los responsables de Japonismo, un referente digital en información acerca de Japón. Para ellos, el estilo de vida marcado por un trabajo en remoto forma parte de su identidad desde hace años, pero creen esta crisis traerá «una mayor valoración de las ventajas del trabajo remoto y una extensión de las reuniones online», dice Rodríguez.

Aunque la dedicación a Japonismo ha sido intensa desde su nacimiento, es exclusiva desde mediados de 2018. En ese momento decidieron que Japón, el trabajo en remoto y la cultura de los viajes ocuparía el 100% de su vida. Luis Rodríguez cuenta esta aventura de más de 14 años, el impacto del covid-19 y las enseñanzas que deja esta crisis.

¿Cómo es el proceso de trabajo de Japonismo, teniendo en cuenta que teletrabajáis? ¿Cómo es vuestro planning anual de viajes?

Es sencillo: ¡trabajar mucho! Nos levantamos pronto y, tras un café, ya estamos planificando el día. Solemos generar nuevos contenidos, planificar contenidos futuros, procesar y organizar fotos, vídeos y planificar guiones para vídeos futuros o directos en nuestro canal de Youtube. 

SiteGround para nosotros fue nuestro salvador, aunque dicho así suene exagerado. Pero no tiene nada de exageración, porque cuando Japonismo empezó a crecer más fuerte en 2015, estábamos con otro hosting. Y la web se caía con cierta frecuencia.

Todo esto salpicado de unos tres o cuatro viajes a Japón al año, lo que complica un poco la gestión editorial de Japonismo. Porque en cada viaje volvemos con varios miles de fotos y gigas de vídeos e historias que contar, por lo que se nos va acumulando el trabajo.

El planning anual de los viajes tiene una doble vertiente, por un lado nos gusta visitar sitios que queramos, e incluso hacer cosas frikis, como excursiones para ver trenes (los trenes son una de mis grandes pasiones y arrastro al resto de Japonismo conmigo). Pero por otro lado, siempre tenemos muy en cuenta las novedades que hay en Japón y los intereses que muestra la audiencia. Así, si algún lugar ha cambiado y nuestros contenidos y fotos son antiguas, solemos incluirlo en la planificación para poder contar las novedades con fotos recientes. O añadimos sitios y destinos que se ponen de moda para poder contarle a nuestra audiencia sobre esos lugares.

¿En qué momento decidís dar el paso y dedicaros en exclusiva a Japonismo?

Japonismo, como sabes, lleva online desde el 1 de enero de 2006. Y fue creciendo poco a poco a medida que íbamos entendiendo poco a poco cómo funcionaba esto de los medios online. Cuando nos mudamos a Londres en 2015 por mi trabajo en Google, Japonismo ya estaba creciendo mucho.

Fue entonces cuando Laura dejó el trabajo que hacía gestionando la comunicación de varios restaurantes japoneses y empezó a dedicarse en exclusiva a Japonismo. Eso nos dio la seguridad de que el modelo funcionaba y era escalable. Pero fue a mediados de 2018 cuando decidimos terminar de dar el salto.

Londres es una gran ciudad, pero nos pilló el Brexit de por medio, además de que sentí que había completado un ciclo en mi puesto en Google. Pensé en cambiar de trabajo dentro de Google, ya que la empresa siempre fomenta la movilidad. Pero con un hijo de entonces 8 años, pensamos que si volvíamos a mudarnos internacionalmente mejor para volver a España. Fue un poco un salto al vacío, porque aunque veíamos que Japonismo funcionaba, cuando yo mantenía mi trabajo había otra fuente de ingresos. 

¿Cuál es el modelo de negocio vuestro proyecto?

El modelo es sencillo y se base en tres pilares complementados con publicidad. Estos tres pilares tienen todos de fondo la reputación que hemos conseguido a lo largo de los años y la confianza de nuestra audiencia en España y Latinoamérica. 

En primer lugar tenemos afiliación, aunque como sabes las comisiones son bajas. Pero intentamos ofrecer al lector todo lo que necesita para viajar a Japón, desde hoteles a pases de tren y actividades. Intentamos, eso sí, ser muy naturales a la hora de integrar esos enlaces en nuestros contenidos y, sobre todo, ser muy claros.

En segundo lugar tenemos la componente editorial, como por ejemplo el libro que acabamos de publicar con Anaya titulado Japonismo, un delicioso viaje gastronómico por Japón. De nuevo, no nos vamos a hacer ricos con esto, pero ayuda. Además, de vez en cuando también escribimos contenidos para terceros como Subaru, Iberia y otros.

Finalmente, la tercera pata son las charlas y clases. Piensa que, además de nuestras carreras, tanto Laura como yo tenemos formación académica universitaria en Asia oriental y cultura japonesa, con lo que podemos hablar de muchos más temas que únicamente viajes. Muchas de estas charlas las hacemos sin cobrar, evidentemente, porque nos gusta divulgar sobre Japón y muchos eventos no tienen presupuesto para nada más que pagar transporte y alojamiento. Pero hemos dado charlas y conferencias así como clases en másters de protocolo en universidades que funcionan muy bien y nos supone otra fuente de ingresos.

¿Cómo habéis sentido esta crisis sanitaria y en qué medida ha afectado a vuestro proyecto?

La crisis está siendo terrible desde el punto de vista humano y, desde el punto de vista económico, para el sector del turismo está siendo también devastadora. Piensa que nuestro negocio se basa en que la gente viaje a Japón y nos lea para planificar esos viajes. Con más de 110 países con restricciones de entrada a Japón, están siendo momentos muy duros.

Eso sí, al menos nos estamos poniendo al día con los contenidos, cosa que como te decía antes es difícil porque antes de que podamos escribir todo lo que hay pendiente ya hemos vuelto a viajar y a generar más contenido. También estamos aprovechando para conectar de forma más fuerte con nuestra audiencia en Youtube, haciendo directos semanales y monográficos sobre regiones japonesas y otros temas.

Está claro que nuestro negocio es el turismo, pero queremos estar preparados para cuando todo se reactive para que Japonismo sea aún mejor que antes.

¿Cómo creéis que va a afectar la crisis del covid-19 a nuestra forma de trabajar y, en concreto al trabajo remoto?

Sinceramente espero que toda esta crisis traiga una mayor valoración de las ventajas del trabajo remoto y que se extiendan las reuniones online. Piensa, además, que yo vengo de trabajar en una empresa multinacional con equipos distribuidos (mi equipo tenía tres sedes, Singapur, Londres y Nueva York) y todas las semanas teníamos reuniones por videoconferencia con gente de muchos países. 

Desde el punto de vista de la productividad laboral es una maravilla no perder tiempo en transporte, además de que evitará posibles contagios futuros. Y el fomentar el teletrabajo ayudará a conciliar mucho mejor que ahora. Sólo falta que muchas de las empresas que se han visto obligadas a trabajar así mantengan estos estándares cuando todo esto pase y no apuesten por volver al presencialismo tan típico de tiempos pasados.

Creo, además, que esto puede abrir una puerta a que las empresas atraigan talento más fácilmente porque ya no tendrá por qué ser necesario mudarte a la ciudad donde está la empresa sino que podrás hacer el trabajo allí donde estés viviendo.

¿Cuál es la enseñanza más grande que habéis sacado de lo que ha ocurrido en los dos últimos meses? ¿En qué hemos cambiado?

La mayor enseñanza que hemos sacado desde el punto de vista laboral es que hay que intentar diversificar. Es verdad que cuando el modelo de negocio es muy concreto, como el nuestro, no es tan fácil. Pero se pueden encontrar maneras de obtener ingresos complementarios por otras vías. De hecho, aunque siempre hemos tenido eso como parte de nuestra estrategia, ahora le estamos dando más peso y, aunque esto pase, seguiremos apostando por esas otras fuentes de ingresos para no depender únicamente del turismo.

Desde el punto de vista humano, estamos seguros de que durante un tiempo todos tendremos más cuidado con espacios cerrados y, quizás, con saludos efusivos al encontrarnos con amigos y conocidos. Espero, además, que al igual que ocurre en Japón, se convierta en norma el uso de la mascarilla cuando se está resfriado o con gripe, para evitar contagiar a otros.

¿Me podéis hablar de vuestra relación con SiteGround y en qué medida ha beneficiado a vuestro trabajo en Japonismo?

SiteGround para nosotros fue nuestro salvador, aunque dicho así suene exagerado. Pero no tiene nada de exageración, porque cuando Japonismo empezó a crecer más fuerte en 2015, estábamos con otro hosting. Y la web se caía con cierta frecuencia.

El hosting no mostraba absolutamente ningún interés en WordPress ni en nosotros. Fíjate si era así que ni siquiera nos decían la consabida frase que seguro que muchos han escuchado de “consumes muchos recursos y te recomendamos que te pases a un hosting más potente”. Ni siquiera nos decían eso.

Y en febrero de 2016, estando además yo en Nueva York en una semana de reuniones de trabajo con mis compañeros de equipo en Google, el hosting nos envió un correo diciendo que estábamos afectando al servidor y renombraron el fichero index.php. Esto hizo que Japonismo dejara de estar visible para todo el mundo, con lo que nuestro tráfico se desplomó de un día para otro. Y sin ningún tipo de solución, porque no había un “tienes que hacer esto para arreglarlo”.

Entonces, gracias a una amiga me enteré de que SiteGround, que ya tenía buena reputación, abría oficinas en España. Y yo estaba buscando, como puedes imaginar, un hosting alternativo. Hablé con ellos y con su country manager y ya el cambio fue impresionante. No pusieron ningún problema, todo lo podían hacer y todo era sencillo. De hecho, nos migraron ellos la web y, de pronto, todo volvió a estar online.

Además, a pesar de que hemos aumentado mucho el tráfico desde entonces, nunca hemos tenido problemas de disponibilidad y, cuando ha ocurrido algo, su servicio de atención al cliente ha sido rápido y efectivo. Para mí, saber que tengo al otro lado a un hosting que sabe de WordPress y que responde con rapidez es vital. También ayuda que ofrecían certificados gratuitos, cosa que ahora ya hacen muchos, pero entonces fuimos de los primeros en poner https, por ejemplo. O tienen su propio plugin de caché que es tan fácil como instalarlo y listo, diseñado para integrarse perfectamente con su hosting.

Al final, ellos se encargan de hacer que no tengamos que preocuparnos de todo lo que tiene que ver con la infraestructura técnica. Y así, nosotros nos podemos centrar en hacer lo que hacemos bien, que es divulgar Japón y llegar cada día a más gente.

¿Tras el salto a WordPress, cuáles son los mayores puntos a favor, según vosotros, de este CMS?

Nuestro caso es peculiar, porque los primeros años de Japonismo no fueron con WordPress. De hecho, usamos dos CMS diferentes pero llegó un día que cambiamos por un motivo muy sencillo: la facilidad de uso y la posibilidad de extenderlo. 

Hoy en día, además, otra de las cosas que me encanta de WordPress es la comunidad. Hemos participado de hecho ya en una WordCamp como ponentes y asistido a otra online, y siempre encuentras personas dispuestas a compartir sus conocimientos. Personas, que además, hacen crecer el ecosistema y las funcionalidades. Al final, con WordPress podemos tener el Japonismo que queremos y conseguir que sea único.

 

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