El otoño es un estado de ánimo. Es el calor del sol mientras caminas por la calle fría. Es el amanecer que la noche aborda y la noche que aborda los días.
El otoño transcurre entre paseos para ir y volver del trabajo. Es el chasquido de una hoja que se cae y el crujido de los bocados de una ardilla en un parque urbano.
El otoño es una canción. Pero nadie la oye porque vamos demasiado rápido. Está ahí sonando de fondo desde que acaba el verano y hasta que el frío infame congela todo. En esos ruidos minúsculos que el estruendo de la ciudad pisotea está el otoño para Jon McNaught.
Así lo pintó este ilustrador británico en 2013. Ese año publicó en Inglaterra su novela gráfica dedicada al otoño. La crítica lo aclamó y fue reconocido como autor revelación en al Feria del Cómic de Angouleme.
Este otoño, la obra ha llegado a España. La ha traducido y editado Impedimenta. Aunque apenas hay palabras, porque la historia tiene más sonidos que conversaciones. Otoño es un relato de dibujos que suenan. Una historia de ilustraciones que susurran violetas, azules, blancos y negros.
El recorrido del tebeo empieza en Dockwood. Es una ciudad pequeña. Tan solo tiene 26.000 habitantes, una bolera, un lago con barcas y un centro comercial. Pero hay el espacio suficiente para enfrentar la delicadeza del otoño con el pragmatismo de la publicidad. La poesía de los árboles desnudándose tiene a su espalda un cartel de rebajas. Y eso hace ruido. Un ruido atronador en las escenas dibujadas por McNaught.
Y mientras todo eso ocurre, un ayudante de cocina prepara el almuerzo en una residencia de ancianos y un repartidor de periódicos hace su ronda de la tarde.
El otoño es también un modo de vivir ♧
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Los sonidos del otoño dibujados por Jon McNaught
