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Para ver esta exposición necesitarás unas gafas de 3D de las de antes

Jorge Alderete nació en Patagonia, estudio en La Plata, vive en México y el próximo 15 de septiembre visitará Madrid. Ese día, este ilustrador argentino presentará en La Fiambrera Art Gallery Stereo-Visión, su primera exposición individual en España, que permanecerá abierta hasta el 21 de octubre.

En ella, los temas habituales del artista, como los luchadores mexicanos, los ovnis, los moái de la Isla de Pascua, las películas de Serie B y el rock and roll aparecen recreados de una manera muy especial: en forma de anaglifos. ¿Que qué son los anaglifos?

En 1891, el francés Louis Ducos du Hauron patentó este sistema que permite que imágenes en dos dimensiones sean percibidas por el espectador en tres dimensiones. Para ello es necesario el uso de unas gafas especiales que acostumbran a tener una lente roja y otra azul.


El invento de Hauron vivió su máximo esplendor en la década de los 50, cuando los estudios de cine pensaron que podría ser una buena solución para paliar el efecto negativo que la televisión había tenido sobre la taquilla.

Para recuperar espectadores, los productores apostaron por soluciones espectaculares como el 3D, que utilizaba una técnica basada en los anaglifos. Lo de menos era la calidad de los guiones, el elenco o el director. Lo importante era utilizar esa tecnología que dio lugar a títulos como Los crímenes del museo de cera, Llegó del más allá, Prison Girls, El gorila asesino, Robot Monster, La venganza del hombre monstruo o Raza de violencia.


Esa tecnología aparentemente obsoleta ha sido rescatada en Stereo-Vision por Alderete a quien, a pesar de ser consciente de que las modas y la tecnología son pasajeras, le gusta pensar que «en la era de los celulares inteligentes y la realidad virtual, algunas tecnologías obsoletas aún nos pueden brindar recursos estéticos únicos. Si este fuera el caso, ¿deberíamos replantearnos su supuesta obsolescencia?».

La respuesta en el caso de Alderete es un no rotundo. Desde que hace más de dos décadas realizase su primer stereograma, esa técnica no ha perdido ni interés ni actualidad para él. Muy al contrario, su complejidad conceptual hace que le resulte aún más atractiva.

«Si bien la condición estética de las imágenes estereoscópicas es muy atractiva, mi primer acercamiento a estas no fue solo visual», explica. «El misterio que envolvían los anteojos azul y rojo era un aliciente muy fuerte, pero el verdadero desafío era descubrir el funcionamiento de la distorsión en la percepción de la realidad. Podemos engañar y engañarnos con la imagen aún cuando la mostramos como verdadera. Este descubrimiento fue revelador en su momento y quizás el principal responsable de que aún hoy siga insistiendo de tanto en tanto con estas ilusiones».

Además de proponerle al espectador ese juego entre la realidad y la ficción, lo que es real y lo que es trampantojo, Alderete tiene reservado a los visitantes un importante papel en Stereo-Vision. Como señalan los responsables de La Fiambrera, «Alderete, a modo de un Duchamp contemporáneo, involucra al espectador de forma definitiva, siendo él el que de verdad completa el proceso de observación de las obras, y sin cuya intervención quedarían desprovistas de un significado total». En otras palabras, Stereo-Vision necesita de los espectadores más que cualquier otra exposición para que las piezas cobren sentido. Vayan a verla.

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