Categorías
Digital

El agroanarquista que se independizó de Moscú creando su propia moneda virtual

Rusia es un exceso para todo, al menos desde la mirada pusilánime del occidente europeo. Es excesiva en la fotografía, es excesiva en lo universitario, es excesiva en YouTube y es excesiva en lo que a la soberanía rural se refiere. Y nosotros somos idiotas por no adentrar más la mirada en un territorio de tantas sensaciones chispeantes.

The Wall Street Journal lo hizo muy bien con el titular para demostrarlo: «Un granjero ruso altera la economía rural con una moneda virtual, mientras Moscú observa con cautela». Como para no hacer click, cabrones.

La historia es aún mejor que el titular. Mikhail Shlyapnikov, un granjero que se autodefine como agroanarquista del pequeño pueblo de Kolionovo, decidió que la mejor manera de escapar de la miseria económica era decir a Moscú que cпасибо и до свидания, vamos, que gracias y adiós.

Como lo de la independencia territorial es una cosa con la que Putin no bromea, el intrépido granjero ruso decidió que el camino era el de la emancipación económica. Y está por ver que el primer ministro ruso no se ponga juguetón.

Según Wikipedia, el censo de Kolionovo incluía en 2010 a 9 personas, lo que no da ni para bar en la plaza de pueblo. Como explica Shlyapnikov «No se ven muchos rublos por aquí. Tenemos nuestro propio país aquí, nuestra propia moneda. Nos apañamos bastante bien nosotros solos».

Esa moneda propia es el kolion, una criptomoneda creada con una inversión inicial de medio millón de dólares provenientes de inversores de Rusia y de otros países. El agroanarca ruso explica que un centenar de coetáneos están ya utilizando la moneda para la compraventa de verduras y hortalizas o de maquinaria agrícola.

La medida es, además, de un recurso de supervivencia económica, una medida de protesta ante el abismo que separa la Rusia urbana de la rural. Mientras que las cataratas de rublos provenientes del petróleo y el gas se quedaban en las ciudades y reorganizaban sus estratos sociales, en el campo ruso la situación permanece tan cruda como antes.

Putin está barajando la posibilidad de prohibir las criptomonedas o, como en el resto de países, al menos intentarlo. Pero mientras eso ocurre, su gobierno observa con mucha atención lo que suponen este tipo de experimentos para la economía del país.

Qué peligro tienen los ordenadores, tete

Estas son las cosas que pasan cuando le das un ordenador a alguien con ganas de agitar. Justo en la trinchera de enfrente del Kremlin, en Estados Unidos, alguien ha pensado que los videojuegos pueden ser una efectiva herramienta didáctica. A mí, esto ya me llega tarde, pero es reconfortante observar cómo las nuevas generaciones pueden disfrutar de un presente en las aulas mejor que el que tuvimos nosotros.

Aunque seas ajeno, el mundo del videojuego está surcando la ola tamaño tsunami de Fortnite, un videojuego que, al amparo de su difusión multiplataforma y de la difusión que proporcionan YouTube y Twitch, tiene a millones de personas jugando y a sus creadores nadando en oro.

Si no sabes lo que es Fortnite, estos enlaces te darán una idea de la magnitud del terremoto.

¿Te has hecho ya una idea? Pues mira: la Universidad Ashland, en Ohio, ofrece la primera beca para jugadores de élite de Fortnite. Vamos, igual que si fueras una estrella de la NCAA y encestases como un rey.

La universidad estadounidense ofrece ayudas para formar parte de su equipo de deportes electrónicos y, lo interesante de esto, es que no es la primera beca que se ofrece a practicantes de esports. Varias universidades ofertan incentivos para que los mejores jugadores formen parte de sus equipos en ligas interuniversitarias.

Más acerca del alucinante planeta Rusia

¿Qué harías tú en un salón recreativo de la URSS?

Color, surrealismo y sentido del humor: la URSS no era tan gris como la pintaban

Las insólitas paradas de autobús de la época soviética

Imágenes descongeladas de la era soviética 30 años después

En la URSS también había hippies

El museo de cerebros de la URSS

La ciudad soviética donde la gente aprendía inglés mientras dormía

 

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

2 respuestas a «El agroanarquista que se independizó de Moscú creando su propia moneda virtual»

Los comentarios están cerrados.

Salir de la versión móvil