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El origen de los dichos: La Biblia en verso

Pues aunque parezca mentira, existió un señor que se atrevió a reescribir la Biblia en verso. Si no toda ella, sí el Génesis, el Éxodo, el libro de Tobías y el libro de Judit. ¡Con dos narices! Eso sí, el trabajillo no salió como él esperaba y, además de ser un mamotreto espantoso e intragable, solo consiguió la burla de sus coetáneos.

Este buen hombre se llamaba José Carulla, nacido en Igualada (Barcelona) en 1873 y muerto en Granada en 1912. Según la Wikipedia, fue abogado y asesor del papa Pío IX, y la Santa Sede le concedió la Cruz del Mérito por su empeño en pasar de prosa a verso el libro sagrado. Aunque, a juzgar por la calidad de sus rimas, lo más probable era que el premio fuera un intento del Santo Padre por quitárselo de encima.

Sus versos, más bien ripios, resultaban a veces tan farragosos que, en tono de burla, sus contemporáneos decían que era «la Biblia en verso» cualquier texto pesado, complicado y larguísimo. No en vano, su obrita ocupó 73 gruesos volúmenes, tal y como aclara Alfred López en su blog.

Muestra de su talento para la poesía y su dominio de la rima son estos dos versos que hablan de la escena en que Judit se viste con sus mejores galas para seducir, engañar y degollar al temible Holofernes:

Con traje de tertulia

salió Judit del pueblo de Betulia

O estos otros, muy bonitos también, hablando de la virilidad de Jeroboam:

Jeroboam, potente

engendró a Eliecer alegremente

Abundar más en la maestría del buen Carulla sería ya hacer escarnio y no sería muy justo. Solo diremos que el museo de la Abadía del Sacromonte, en Granada, conserva el manuscrito de la Biblia en verso.

6.000 cuartillas, según nos cuenta Alejandro V. García en su artículo que escribió para El País hace ya unos cuantos años. Por si queréis pasaros a leerlo.

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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