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La contrarreloj con 974 Super Marios

Más allá de la evidente vertiente lúdica que atesoran los videojuegos, otro de los factores que han hecho de ellos un fenómeno masivo a nivel mundial es la construcción de una comunidad gamer que refuerza el sentimiento tribal de aceptación del que es semejante. Los juegos, igual que los bares, unen. En pocas ocasiones es tan sencillo de apreciar como en el vídeo que se montó en la reciente GameCon alemana. El clip muestra una frenética carrera a contrarreloj de 974 usuarios a lo largo de un nivel de Super Mario Bros.

Mucho antes de las partidas multijugador de Grand Theft Auto, la idea de pertenencia a la comunidad gamer se hacía palpable a través de gestos y miradas, de sonrisas cómplices y comentarios en voz baja en la clase del colegio. Muchos habíamos jugado con Super Mario Bros. pero, eso sí, ninguno lo habíamos hecho de manera simultánea con otro compañero.

La militancia era moral, el irrompible lazo del compañerismo unido hasta las trancas con Nocilla y natillas, forjado a través de horas y horas de castigo del mando de control en tardes y fines de semana. Así es como el videojuego del más famoso fontanero de la historia se convirtió en un icono del siglo pasado y de este.

En GameCon quisieron rendir un homenaje al clásico e instaron a centenares de personas a que intentaran completar un nivel del juego en el menor tiempo posible. 974 gamers respondieron a la llamada y con sus 974 partidas montaron este vídeo en el que se puede visualizar la actuación simultánea de todos ellos.

El guiño a la universalidad de Super Mario, en poco más de un minuto y medio.

Visto en Geekologie.

 

 

 

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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