Mรกs allรก de la evidente vertiente lรบdica que atesoran los videojuegos, otro de los factores que han hecho de ellos un fenรณmeno masivo a nivel mundial es la construcciรณn de una comunidad gamer que refuerza el sentimiento tribal de aceptaciรณn del que es semejante. Los juegos, igual que los bares, unen. En pocas ocasiones es tan sencillo de apreciar como en el vรญdeo que se montรณ en la reciente GameCon alemana. El clip muestra una frenรฉtica carrera a contrarreloj de 974 usuarios a lo largo de un nivel de Super Mario Bros.
Mucho antes de las partidas multijugador de Grand Theft Auto, la idea de pertenencia a la comunidad gamer se hacรญa palpable a travรฉs de gestos y miradas, de sonrisas cรณmplices y comentarios en voz baja en la clase del colegio. Muchos habรญamos jugado con Super Mario Bros. pero, eso sรญ, ninguno lo habรญamos hecho de manera simultรกnea con otro compaรฑero.
La militancia era moral, el irrompible lazo del compaรฑerismo unido hasta las trancas con Nocilla y natillas, forjado a travรฉs de horas y horas de castigo del mando de control en tardes y fines de semana. Asรญ es como el videojuego del mรกs famoso fontanero de la historia se convirtiรณ en un icono del siglo pasado y de este.
En GameCon quisieron rendir un homenaje al clรกsico e instaron a centenares de personas a que intentaran completar un nivel del juego en el menor tiempo posible. 974 gamers respondieron a la llamada y con sus 974 partidas montaron este vรญdeo en el que se puede visualizar la actuaciรณn simultรกnea de todos ellos.
El guiรฑo a la universalidad de Super Mario, en poco mรกs de un minuto y medio.
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