En las oficinas londinenses de Paul Smith, hay una sala reservada para la inspiración. Entre libros apilados, zapatos viejos, cuadros y productos variopintos, el diseñador acude a esta habitación cuando necesita explicar algo a su equipo o simplemente alimentarse de referencias externas.
El acceso a tanto material le permite señalar con exactitud lo que busca. «En mis reuniones de diseño es vital, hay tanta inspiración aquí», explica Smith en una entrevista que realizó con It’s Nice That. De la totalidad de elementos en el cuarto, Smith dice que se podrían hacer al menos «mil colecciones».
Sobre el orden de la sala, el británico dice que está más o menos dividido por temáticas. «Si no me lo remueven, suelo saber dónde están todas las cosas».
El disco duro de Paul Smith no está en una enorme base de datos. Convive entre viejos cacharros en un rincón desordenado de su estudio.
Segunda Parte de la entrevista: