Entonces del techo colgaban piezas de res. La carnicería vendía cinta de lomo, jamón, carne picada, salchichas y el resto de la colección. Pero eso fue antes. Hoy, el puesto 35 del Mercado de Antón Martín en Madrid está cerrado. Hasta que lo abran de nuevo Teresa Jiménez (aka Papa issue) y Gema Arias. El lugar tirará de la historia y se llamará La Carnicería, pero, en vez de ofrecer animales en modo comestible, venderá fotografías.
La función de la antigua carnicería es la de galería de arte. Pero se cambió el espacio en una declaración de intenciones: “llevar el arte al mayor número de personas”, explica Jiménez. “Pretendíamos sacar el arte de su lugar habitual. Nos gustó el mercado porque queremos que la gente pierda el miedo a comprar arte y tener una obra original en casa”.
Papa issue insiste en que las fotografías estarán a precios accesibles. “Entre 20 y 100 euros sin marco”, especifica. “El mercado es el sitio donde hemos ido siempre a encontrar las cosas necesarias para el día a día. Creemos, firmemente, que el arte, en este caso en forma de fotografía, es una de esas cosas indispensables que hacen menos gris la rutina”. Y, además, “consigue que no veamos el gotelé de las paredes de casa”.
Esta carnicería tiene los días contados. Estará abierta del 20 al 23 de febrero. Durante esos cuatro días se mostrarán (y estarán a la venta) obras de Silvia Paredes, Miqui Brightside, Rafa Fans, Carlos Spottorno, Carla Andrade, Mathilde Aubier (collage), Andrés Medina, Dara Scully, Francisca Pageo, Gianfranco Tripodo, Ana Cuba, Caroline Selmes (ilustración) y Cherry Mint.
El 24 de febrero La Carnicería cerrará de nuevo. Pero solo hasta que se vuelva a abrir la siguiente exposición. “Esta vez nos hemos centrado fundamentalmente en la fotografía”, comenta Jiménez. “La próxima vez será otro objeto de arte”.
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Una carnicería donde solo venden fotos
