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Nada es una pérdida de tiempo, sino una apuesta por progresar

Lo que ha hecho el artista mexicano Alfonso de Anda es un homenaje a todas esas cosas que se suelen acabar mandando a la mierda. A las del tiempo libre. A las que ocupan los inocupados espacios que transcurren entre esos otros momentos que consideramos importantes, y sin embargo, suponen el mayor porcentaje del tiempo de nuestros días. Call me a fool (Llámame tonto) es el fanzine bimensual que pone en el mercado, una conglomeración de «todo eso» que solía dejar en el cajón de «las cosas que nunca acabas usando».
La idea no es peregrina, pretende lanzar un mensaje. El propio de Anda  dice de sus tomos que «no son un reflejo de rebeldía sino de honestidad». Realismo elevado a lo multidisciplinar. Con este making of autobiográfico sin ningún hilo conductor definido lo que quiere es reflejar la importancia que tienen en nuestra formación personal y profesional todas esas actividades, pasatiempos o costumbres con las que a menudo la gente considera que estamos perdiendo el tiempo.
«¿Ves cómo de pequeño todas las personas te dicen que puedes lograr lo que sea, que sigas tus sueños?», dice de Anda, «y algo pasa que conforme vas creciendo, bastantes veces, en vez de darte cuerda te frenan con cosas como: «¿no es muy arriesgado?» «¿por qué no mejor decides dedicarte a otra cosa?»… Te llaman menso, fool. Por eso decidí llamar así al fanzine, se me ocurrió escuchando la canción My Rules de Trash Talk

Su tesis es que «nada es en realidad una pérdida de tiempo», sino una apuesta por progresar en algo, en lo que sea. De ahí que ni el estilo ni el material ni la temática de su nueva revista vaya ajustarse a ningún patrón definido. «Si me preguntas qué vas a encontrar en este fanzine no podría definirlo», responde. «Fotografías, ilustraciones, cómics, bocetos, textos, pósters… podría ser de todo. Hasta hojas blancas, aunque no creo que nunca llegue a ese extremo».
El proyecto, al que define como abierto y experimental, lo mismo lo nutre de las instantáneas artísticas que un día le saca a un perro que pasea en la calle, que con un dibujo con el que pase un rato esmerado realizado sobre la factura de una cafetería.


Sus trabajos, con un toque de provocación y un disfraz de inentendibles, ya le pasearon por México a la sombra de importantes proyectos públicos y privados. Ahora trata en Los Ángeles (Estados Unidos) de hacerse un hueco entre talentos del otro lado de la frontera, «en la ciudad de los dibujos animados y el skateboarding», dice como señalando el paraíso de hobbies propios que ha encontrado. Su último logro ha sido ser fichado como tutor en la residencia artística Ghostshrimp (Vermont, EE UU), un prestigioso taller de creadores con tintes de retirada espiritual organizado por el creador de Adventure Time (caricatura transmitida en Cartoon Network).
«La gente me dice: sigues dibujando y andando en patineta», desestima embajonamientos externos. «Y sí, es que es eso lo que hago. Dibujo todo lo que puedo, tomo fotografías de cosas, escribo… y de eso va el fanzine. En realidad es una documentación de mi día a día sin un argumento concreto. Porque son todas esas cosas que hago, las mismas por las que me pueden llamar fool, por las que sigo progresando en mi trabajo».
* Aquí puedes ver los dos primeros tomos de Call me a fool versión digital.
Vol. 1 / Vol. 2
El fanzine se puede adquirir en la tienda de su web www.aldeanda.com






 
 
 
 

Por Jaled Abdelrahim

Jaled Abdelrahim es periodista de ruta. Acaba de recorrer Latinoamérica en un VW del 2003. Se mueve solo para buscar buenas historias. De vez en cuando, hasta las encuentra.

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