Joy, cada mañana, miraba el mundo al revés. La cabeza en el suelo, los pies en el cielo. Estaba quieta, durante varios segundos, en el equilibrio que exigía esta postura de yoga llamada sirsasana. Pero la concentración que el ejercicio exige se veía irrumpido por unos cuantos lametones. Su perro, el bull terrier inglés Otis, se acercaba a chupar su cara mientras ella intentaba sostener el peso de su cuerpo alrededor de sus brazos.
Joy comentó a su amigo Dan Borris: “¿No sería divertido hacer unas fotos de mi perro mientras yo hago yoga?”. El fotógrafo contestó: “¡Sería más divertido aún ver a tu perro hacer yoga!”.
En ese momento surgió la idea de realizar una serie de fotos de perros haciendo yoga. “Hago este proyecto con mi mujer, Alejandra. Ella trabaja con animales. Yo fotografío a los perros mientras ella juega con ellos y los ayuda a hacer posturas similares a las de yoga”, explica Borris. “El resto lo hago mediante la magia del Photoshop”.
La serie de seres caninos en posturas de yoga está publicada en un libro llamado Yoga Dogs. Dan Borris acaba de editar también dos calendarios para 2012. Esta vez no solo de perros yoguis. También de gatos. Miau.