Con los Reyes Magos a punto de cumplir los sueños de los más pequeños, muchos adultos sienten también el deseo de reconectar con su niño interior en una noche tan mágica. Quizá para ellos un juguete ya no sea ese objeto deseado e ilusionante, pero la cosa cambia si les hablamos de videojuegos. Y si además les ponemos el apellido Arcade, la magia está servida.
Para aquellos chicos y chicas de los 80, existía en Madrid un paraíso del Arcade al que era inevitable entrar si se pasaba por la puerta. Se llamaba Piccadilly y era un salón con máquinas recreativas y videojuegos situado en el número 54 de la Gran Vía. Solo cinco duros de la época (25 pesetas, 0,15 euros) costaba el billete que te transportaba a mundos fantásticos en 32 bits.
Para homenajear aquel mítico salón de juegos, INNSiDE by Meliá Madrid Gran Vía ha reproducido en su atrio este mítico salón recreativo. Hasta el día 9 de enero, estarán instaladas allí 10 máquinas arcade con títulos tan conocidos como Tetris y Super Pang.
«Para los madrileños de los ochenta y noventa, Piccadilly tiene un lugar muy especial en nuestro corazón», explican desde INNSiDE by Melià. «La mayoría pasamos nuestra adolescencia dentro de este salón, jugando a todas y cada una de las máquinas. Muchos de nosotros desarrollamos pasión por los videojuegos a raíz de Piccadilly, a la vez que vivimos algunos de los momentos más memorables ganando partidas, consiguiendo récords imposibles y disfrutando con nuestro grupo de amigos. Desde que lo cerraron, la Gran Vía que conocíamos dejó de existir en cierta manera. Es por ello que queríamos traerlo de vuelta, revivir su esencia, aunque solo fuese por una semana».
Esta acción especial es en realidad un viaje en el tiempo hacia el pasado. «A pesar de que tenemos que mirar siempre hacia el futuro y abrazar las nuevas tecnologías y avances, queríamos reconectar con los niños interiores de todos nosotros y, a su vez, enseñar la manera en la que se jugaba antes a los más pequeños», argumentan desde la cadena hotelera. «Sin tanto perfeccionismo gráfico, pero con historias y mecánicas de juego atractivas y potentes. El objetivo: compartir ratos en familia y devolver la ilusión y la alegría, dos bienes muy necesarios para coger fuerzas en estos tiempos tan extraños y convulsos».
Entre los videojuegos seleccionados, a los que se podrá acceder gratuitamente con un aforo limitado a 30 personas, se encuentran grandes tótems del mundo gamer como Ghost n’ Globlins, Tetris, Super Pang, Final Fight, Snow Bros, Street Hoops, Puzzle Bubble o Cadillacs and Dinosaurs.
«Todos ellos son títulos que fueron un éxito en Japón y que estuvieron en el Piccadilly original. Es por ello que los hemos elegido. La única concesión al presente y futuro de los arcade es WACCA, una nueva máquina musical traída directamente desde Japón, y que es única en el mundo fuera del país nipón. Con ella, hemos querido hacer ese guiño al momento actual y mostrar que el mundo arcade sigue muy vivo, y por supuesto, el de los videojuegos».
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