Se acaba (¡por fin!) 2020 y apetece, más que nunca, hablar de futuro. Visto lo visto, conviene no hacerse muchas ilusiones, no vaya a ser que al covid le dé por quedarse 12 meses más. Pero se nos hace urgente, por una cuestión de salud mental, atisbar por dónde irá este 2021 que se acerca. Y que sea bueno y bonito, por favor.
Y eso, hablar de lo bueno y lo bonito, nos lleva al sexo. ¿Cómo nos ha afectado la pandemia en nuestras relaciones sexuales? ¿Qué prácticas han tenido más éxito durante este último año tan marcado por la profilaxis y el temor al contagio? Y lo que es más importante, ¿hacia dónde irán los gustos y costumbres en cuanto a sexo en el futuro? ¿Cuáles serán las tendencias sexuales para el 2021?
Durante el confinamiento, obviamente, o vivías con tu pareja o lo de follar se complicó bastante. No quedó más remedio que tirar de imaginación para poder seguir disfrutando de una sexualidad plena, aunque no hubiera nadie tumbado al otro lado de la cama. Una encuesta que la marca de juguetes eróticos Lelo realizó en mayo sobre las prácticas sexuales durante el confinamiento reveló que el 26% de los españoles practicó la masturbación como uno de los mayores entretenimientos durante ese periodo, y que 2 de cada 10 españoles practicaron sexting, sexo telefónico o mantuvieron relaciones sexuales frente a la cámara de sus dispositivos electrónicos durante la cuarentena.
Mientras que los fabricantes de preservativos veían caer sus ventas en picado durante el confinamiento, los que se dedicaban a los juguetes eróticos las aumentaron espectacularmente. Según la periodista Celia Blanco en un artículo suyo para El País, la marca británica Ann Summers disparó sus ventas un 27% y Dildo King, otra marca de productos eróticos, las incrementó en más de un 87%.
La tecnología, una vez más, vino a socorrer a la sexualidad. Y parece que ha llegado para quedarse. De hecho, según el informe Sex Trending 2021 de la alemana WOW Tech (responsables de marcas de juguetes eróticos como Womanizer, We-Vibe o Arcwave), el sexo digital será una de las prácticas que seguirán realizándose este próximo año. Lo cierto es que, según una encuesta realizada por esta compañía en los meses de marzo y noviembre a 17.000 personas de Estados Unidos, Alemania, Austria, Suiza y Reino Unido, tenemos mayor disposición (un 25%) a probar cosas nuevas en nuestra vida sexual que antes del confinamiento.
Eso explicaría la gran popularidad que han alcanzado los juguetes sexuales que se manejan con control remoto, a través de un mando o de una aplicación. «Hoy en día, las parejas no solo pueden controlar de manera remota varios juguetes, sino también componer sus propios patrones de vibración y darse sorpresas sensuales a pesar de la distancia», explican desde WOW Tech. «Con la conexión de juguetes sexuales y su control por medio de aplicaciones, el enfoque está claramente centrado en la individualización. Mirando hacia el futuro, la inteligencia artificial se utilizará para sugerir automáticamente funciones preferidas y modos de vibración».
Como el temor al contagio nos ha inculcado conductas profilácticas, igual que buscamos seguridad en las relaciones interpersonales, se buscará más esa seguridad también en nuestras relaciones sexuales. Y aunque se seguirán manteniendo encuentros en ese sentido, es muy probable que estos sean virtuales. En el fondo, es una apuesta por el sexo seguro, y según el informe de WOW Tech, pocas cosas hay más seguras que la masturbación, el sexting y el vídeo chat, entre otras.
Incluso Administraciones como el organismo de Salud Pública de Nueva York (EE.UU.) y la Agència de Salut Pública del Consorci Sanitari de Barcelona (CSB) recomiendan este tipo de prácticas como la mejor manera de mantener a raya el coronavirus sin dejar de disfrutar del sexo. Sin embargo, la sexóloga y presidenta de la Asociación Nacional de Sexología, Educación y Salud (ANSES) Lara Salguero, no ve demasiado adecuado hablar de sexo seguro, ya que ese término hace más alusión a la prevención de embarazos no deseados y a evitar infecciones de transmisión genital (ITG). Ella prefiere usar un término mucho más amplio, que es el de salud sexual, y que engloba no solo eso, sino que alude a un estado de bienestar físico, mental y social en la sexualidad.
«Casi todos los proveedores móviles ofrecen ahora la posibilidad de video chat», se explica en el informe Sex Trending 2021. «Con la ayuda de la realidad aumentada y la realidad virtual, en el futuro se podrían crear nuevos universos de citas que no reemplacen los encuentros reales, sino que acerquen a las personas. Por lo tanto, las conocidas aplicaciones de citas también introducirán nuevas funciones de citas y experiencias virtuales compartidas para el próximo año», como se recoge en El futuro de las citas digitales, un estudio del ZukunftsInstitut alemán encargado por FriedScount24 sobre tendencias sexuales para el 2021.
«Cada vez más usuarios buscan en aplicaciones de citas a otras personas que puedan controlar su propio juguete sexual de forma remota a través de la aplicación. No todos buscan reunirse en la vida real en el futuro, sino que simplemente quieren algo de variedad en el sexo en solitario. Y así es como se crean alternativas digitales seguras», auguran desde WOW Tech.
No son algo nuevo, pero con la pandemia se han hecho muy populares, en especial entre las mujeres. Hablamos de los audios porno y eróticos, porque la estimulación sexual se produce también a través del oído, mucho más en tiempos en los que tocar no está bien visto y causa cierto recelo. Quinn y Femtasy son dos de los proveedores de estos audios más conocidos.
Según una encuesta realizada por el último, dos tercios de las mujeres entrevistadas no sentía que las películas eróticas convencionales les despertaran el deseo, así que escuchar historias subidas de tono y pensadas para ellas ponía las cosas mucho más fáciles y abría las compuertas de la imaginación, que es el mejor juguete sexual que existe.
«Con un juguete sexual, un audio de estas características se puede experimentar con mayor intensidad. Un vibrador para posiciones acostadas puede aumentar la sensación de las experiencias descritas», aseguran desde WOT Tech.
Una encuesta sobre educación sexual que realizó WOW Tech en colaboración con Appinio en julio de este año, y en la que participaron 7.000 hombres y mujeres de 14 países, el 94% de los entrevistados afirmaron que la masturbación, ni femenina ni masculina, se trató en estas clases. Si las tendencias en sexualidad van por el camino del sexting, el sexo virtual y la masturbación, parece claro que deberían formar parte del temario en la educación sexual que se imparte en los colegios.
«Claro que hay que abordar la masturbación y claro que hay que abordar todos estos temas», afirma con rotundidad Lara Salguero. «La educación sexual debe ser de calidad siempre. Independientemente de esta situación [de covid]. La educación sexual en los centros educativos debe implicar a todos los agentes: familia, profesionales y alumnado; y debe hacerse de manera transversal, es decir, no es voy a hacer un taller de educación sexual una vez al año y ya».
Para la sexóloga, son temas que hay que abordar en las escuelas e institutos, pero abandonando la pedagogía del miedo. «Lo que sí hay que hacer es prevención y, sobre todo, dar información y formación a los adolescentes. Y que aprendan a tomar decisiones. Yo siempre he dicho que la educación sexual en niños, niñas, jóvenes, adolescentes tiene que abogar por tener un pensamiento crítico también en estos temas».
En el caso del sexting, por ejemplo, Salguero aboga por explicar no solo los riesgos que puede tener al difundir un vídeo sexual o una foto erótica por internet, sino también de los aspectos positivos, que los hay. Poner a disposición del alumnado toda la información, con sus pros y sus contras, para que luego sean ellos los que decidan qué hacer. «Toda esta información debería estar ya en las aulas y debería estar ya abordándose, porque todas estas prácticas, como la masturbación, forman parte de la sexualidad y de la educación sexual», asegura.
«En educación sexual hay que hablar de placer, de intimidad, de deseo, de parejas, de relaciones de buen trato, de hombres, de mujeres, de decisiones, de confianza… Todo este tipo de cosas hay que abordarlas más allá de la conducta en sí. Y no solo con el alumnado, sino también con familias y profesionales, porque, al final, consiste en que todos estemos dando el mismo tipo de información». Pero concluye: «No creo que la educación sexual en los coles tenga que cambiar. Si tiene que hacerlo es porque no es de calidad, no porque el covid me obligue a cambiarla».
Lo cierto es que no solo los jóvenes y adolescentes necesitan de esa educación sexual. También muchos adultos sienten la necesidad de cubrir lagunas en torno a nuevas prácticas sexuales, nuevos modelos de sexualidad y aprender a superar tabúes. Afortunadamente, ya existen en el mercado numerosos podcasts y documentales que ayudan a eliminar esas faltas, aquello que el currículo escolar no satisface. «Este es también el caso de la start-up beducated, que proporciona información sobre masturbación, sexo tántrico y BDSM a través de instrucciones de vídeo y seminarios en línea», se explica en Sext Trendings 2021.
No es que vaya a desaparecer la píldora tradicional, pero la tendencia a usar métodos anticonceptivos libres de hormonas se está haciendo cada vez más popular.
Según la Encuesta Nacional sobre anticoncepción 2018 llevada a cabo por la Sociedad Española de Contraconcepción, la píldora seguía siendo el método anticonceptivo más popular en 2018 (17,3%), pero el uso de anticonceptivos hormonales ha disminuido en 7 puntos porcentuales en comparación con la encuesta Daphne de 2009. El preservativo es, según esta encuesta, el método anticonceptivo utilizado actualmente por mayor número de mujeres en edad fértil (29,6 %), siendo su uso mayoritario en todas las franjas de edad.
Según el estudio de WOW Tech, los efectos secundarios a largo plazo de los anticonceptivos hormonales, como la falta de libido, pueden ser la causa de los recelos para usarlos. Pero no solo pueden atribuirse a eso. «Los tabúes sociales y el estigma en torno a la sexualidad femenina también juegan un papel importante. Sin embargo, adoptar un método anticonceptivo sin hormonas puede ser una oportunidad para que muchas personas exploren de nuevo su propia sexualidad».
Que las mujeres presten más atención a sus propios cuerpos también está detrás de ese cuestionamiento de la píldora tradicional. Ese cambio de visión forma parte de su empoderamiento, que está consiguiendo que se hable de cuestiones antes consideradas tabú, como la sexualidad femenina, la masturbación, el placer de las mujeres y su anatomía. Incluso de la menstruación. De ahí el nacimiento de start-ups como Lunette y The Female Company, que desarrollan acciones destinadas a tirar por tierra esos tabúes, y de documentales como Una revolución en toda regla (Period. Endo f Sentence), que obtuvo un Óscar en 2019.
Rotundamente NO, opina Celia Blanco. Para la periodista directora del podcast Con todos dentro, esa sería una opinión de gente mayor, que no ha aprendido ni se mueve en un entorno digital, como hacen los veinteañeros. «Para ellos fue natural hace ya. Lo dominan a la perfección. Quienes hemos aprendido hemos sido las de 50, que no nos ha quedado otra si queríamos follar. De consuelo nada. Es el único sexo que podíamos tener y lo hemos tenido. ¡Sí ya entonces había juguetes con mando a distancia y empezaban los que veían on-line, que permiten controlar los juguetes masturbatorios! Imagina… Follaremos como aprendamos y todo perdurará. La tecnología se ha rendido al placer».
Tampoco cree Blanco que hayamos perdido nada al recurrir a este tipo de relaciones sexuales. «Yo creo que hemos ganado. Igual que aprendimos a no meternos en camas de tipos que no nos merecen, estamos aprendiendo a exigir que el sexteo (sextear es un verbo que la RAE tendrá que aceptar en breve) sea también bueno. Yo no sexteo con chulos. Ni con esos que me entran sin yo conocerlos».
«No es tan sencillo hablar en esos términos», opina por su parte Lara Salguero. «Para muchas personas habrá sido una pérdida y para otras habrá sido un descubrimiento. Lo que está claro es que todas estas conductas, también el sexting, los audios eróticos, el masturbarme delante de una cámara con mi pareja…, al final son conductas que, si se hacen, deberían formar parte del disfrute de nuestra sexualidad, siempre y cuando se hagan con respeto, sean beneficiosas y sean satisfactorias».
Para la presidenta de la ANSES, simplemente nos hemos adaptado a una situación complicada, y eso es lo maravilloso del ser humano. «No creo que, a nivel general, esto se haya empobrecido, simplemente ha sido otra forma. Quizá nos hayamos visto más obligados a hacer cosas que antes no hacíamos, pero podemos introducirlas, con covid o sin él, en nuestras relaciones eróticas. Y es una parte más del disfrute».
Si tuvimos que adaptarnos a nuevas formas de practicar sexo mientras estuvimos confinados, y todavía hoy se mantienen ciertas precauciones a la hora de relacionarse sexualmente con otras personas por miedo al contagio, ¿qué pasará cuando acabemos con el virus? ¿Se acabarán prácticas como el sexting o las citas virtuales?
«En mi opinión, al final, el contacto piel con piel siempre prevalecerá», piensa Lara Salguero. Yo creo que en, cuanto podamos, volveremos a querer ese contacto, a tener esas sensaciones que una cámara, una pantalla, no nos pueden dar. Pero es posible que haya personas en las que esto haya calado y tengamos esa conciencia. No el miedo, porque el miedo no es un buen aliado de todo esto, pero sí la prevención, que tiene que estar».
Celia Blanco, por su parte, cree que permanecerán como opciones más de disfrutar del sexo. Y que el covid no ha acabado, ni mucho menos, con las ganas de follar del personal. «Porque el sexo está que se sale; sin ser de contacto, porque nos jugamos la vida en ello. Pero la gente folla. Como puede».
«A mí me cuentan casi todos que se saltan las medidas –continúa–. Pero, por ejemplo, en amantes, hay mucho amante on-line, aunque poco real. Las que estaban siempre de picos pardos han reducido su número de follamigos. Las que tenías 4 o 5 ahora solo tienen uno. Follamigo, no novio. Pero tiene cinco on-line. Y cada vez me encuentro más parejas abiertas y liberales… La pandemia ha dejado miedo al virus, pero alimenta mucho el sexo. Somos menos promiscuos, pero lo seguimos siendo. Y los que antes iban a orgías ahora no pueden, así que se pasan a tener escarceos de vez en cuando. Cambiamos cómo follamos, pero no dejamos de follar. Solo en Almería se ha incrementado un 18% la atención a embarazadas. ¿Que no follamos? ¡Ja!».
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